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EL BRASILEÑO NO VOLVERÁ A JUGAR HASTA EL 18 DE DICIEMBRE

El Barça sospecha que Neymar forzó amarillas para montarse un puente

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

En el Barça pocos creen en las casualidades y menos aún si Neymar se encuentra en el ajo. El delantero culé no podrá jugar contra el Borussia Mönchengladbach en Champions este martes ni el sábado en Liga contra Osasuna por cumplir ciclo de tarjetas amarillas. Eso provocará que el brasileño no tenga ningún partido que disputar esta semana, con dos festivos en España.

Tras haberse pasado más de 100 días alejado del Camp Nou el pasado verano, Neymar volverá a disfrutar de unas vacaciones que desde el club sospechan que son premeditadas. «Si hay alguien que se sabe los puentes y las vacaciones, ese es él. En el vestuario se hacen bromas con los acueductos que se coge», resumen desde la entidad.

Neymar forzó su quinta amarilla en Liga después de propinar un pisotón desmedido a Lucas Vázquez en el minuto 27 del Clásico. Durante el partido, el brasileño únicamente cometió una falta más. Luego sería sustituido en el minuto 87 por unas presuntas molestias en el adductor –las pruebas han determinado que no tiene nada– y guardará reposo los próximos días.

El futbolista pretende estar sin jugar un partido con la camiseta azulgrana hasta el próximo 18 de diciembre, cuando el Barcelona se mida en el derbi de la ciudad al Espanyol. Según el comunicado oficial, «Neymar tiene unas molestias por sobrecarga y han descartado cualquier lesión en el adductor. Esta semana hará trabajo de fisioterapia y su evolución marcará su disponibilidad para los próximos entrenamientos». Con esta lesión ha encontrado la excusa perfecta para ausentarse unos días de pasar a entrenar por la ciudad deportiva Sant Joan Despi.

En el club, sospechaban que Neymar iba a tener los arrestos de pedir recuperarse en Brasil. Sin embargo, sus personas más próximas le recomendaron que permaneciese en Barcelona para no levantar más sospechas acerca de su premeditado puente. Así las cosas, el futbolista intentará convencer a su pandilla, los Toiss, para desplazarse hasta la Ciudad Condal para apoyarle con su recuperación. No las tiene todas consigo, la meteorología en Barcelona no acompaña.