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A los 78 años

Muere Aurelio, el padre de Joaquín Sánchez

Muere Aurelio Sánchez, padre de Joaquín, leyenda del Betis

Fue clave para que llegara a ser profesional

Su estado de salud había empeorado en los últimos días

El lado más familiar de Joaquín

Aurelio Sánchez, padre de Joaquín, ex jugador y leyenda del Betis, ha fallecido a los 78 años en un hospital de El Puerto de Santa María en el que llevaba ingresado en estado grave varios días después de un empeoramiento importante en su estado de salud. Joaquín pudo asistir al encuentro del juvenil de División de Honor del pasado martes en la ciudad deportiva Rafael Gordillo, pero su agenda ya estaba congelada porque el triste deselance de su padre era esperado.

La carrera deportiva de Joaquín también estuvo muy vinculada a su padre, que junto a su tío el Chino fueron claves para que el extremo pudiera entrenarse con el Betis siendo un niño. Tanto fue así que su padre fue el primer representante reconocido de su hijo, allá por el año 2000 cuando dio el salto definitivo al primer equipo verdiblanco.

Todavía se recuerda el emocionado abrazo que se dieron Joaquín y Aurelio en los actos de retirada y despedida de la leyenda bética hace unos meses, tanto en el institucional que le brindó el Real Betis tras el anuncio en el mes de abril como en el partido homenaje que se disputó en el Benito Villamarín en junio. También dio que hablar una anécdota de su padre Aurelio Sánchez cuando Joaquín fue tentado por el Real Madrid y el extremo respondió sobre una presunta reunión de su progenitor con Jorge Valdano en México. «¿Mi padre está en en México? Él está en mi casa acostado en el sofá con medio culo fuera, como siempre. En México no está seguro. La renovación ya está y el otro tema no me interesa».

Un Joaquín que solo tiene palabras de agradecimiento para su padre, como demostró hace meses: «Mi padre significa eso, mi padre en toda la palabra, en todo lo que significa ser un padre. Si no hubiera sido Por él a lo mejor tampoco hubiera cumplido mi sueño. Cuando estaba en las categorías inferiores del Betis, el que me traía y me llevaba en el coche tanto a los entrenamientos como a jugar los partidos era él y el que me daba para poder mantenerme aquí y vivir aquí era él. Él ya no solo conmigo, con mi otro hermano (Ricardo) puso mucha fe a la hora de que pudiéramos cumplir nuestro sueño. No pudo ser con mi hermano Ricardo, y al final lo vio en mí».