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Así jugó Morata: volvió a estar peleado con el gol ante su gran pretendiente

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Álvaro Morata no tuvo un buen día en el segundo partido tras su regreso al Real Madrid. Su juego no se tradujo en peligro en ningún momento y sus mejores acciones se vieron de espaldas a portería, donde sí pudo combinar bien con sus compañeros y hacer gala de un buen manejo de su cuerpo. Por lo menos, su equipo ganó al Chelsea, uno de los equipos que se han interesado por sus servicios.

El delantero del Real Madrid no fue determinante, pero sí logró ser útil en varios tramos del encuentro. Desacertado con el balón controlado, sus mejores toques fueron de espaldas, donde consiguió oxigenar el ataque y combinar con los dos hombres más acertados entre los blancos en la primera mitad, Marcelo y Marco Asensio.

Compartiendo la punta de ataque con Mariano, la convivencia con el canterano no fue la mejor para Morata. La verticalidad del dominicano hizo que el internacional español fuera el encargado de ocupar la posición de segundo delantero, con apoyos a los compañeros que, como ya hemos comentado, salieron bien siempre que no fueron de cara. Para colmo y a pesar del beneficio del equipo, su competencia en la línea de arietes anotó un golazo descomunal al borde de la primera parte tras una jugada, que, por cierto, comenzó con un apoyo de espaldas de Morata.

El gran peligro de Morata es su velocidad, sus desmarques y su constante actividad, y frente al PSG pudo verse, pese a no convertir estas acciones en peligro inminente, pero en el segundo duelo de pretemporada se pudo comprobar la frustración del jugador, al que se nota ansioso por contentar a Zinedine Zidane, su gran valedor y el que tomará la decisión final de incluirle o no en el once inicial de la Supercopa.

Tras un inicio de la segunda parte en el que la insistencia volvió a quedarse huérfana de balones y peligro, Morata fue parte de la ristra de cambios que efectuó Zidane para dar paso a los chicos del Castilla. El madrileño sigue sin ver puerta en su segunda etapa de blanco.