Deportes

Las mil y una historias de Vicente Díaz: de Bernabéu a Zidane, pasando por Raúl, Casillas o Mou

Cuando uno hace referencia a los valores del Real Madrid debería pensar en Vicente Díaz Calderón. El hombre en la sombra que ha sido tan importante en todas las conquistas del club blanco durante 35 años como el jugador que metía los goles. Vicente suele decir que es el 0,01% del primer equipo y el 0.02% del Castilla, pero la realidad es que sus 1.177 partidos le avalan para ser una de las joyas que el escudo del Madrid posee en su corona.

Su descubridor, Miguel Malbo, le dijo que tenía cualidades para entrenar en el Torneo Social que organizaba el Madrid y nunca más se separaría del club de sus amores. Como técnico se llegó a titular, pero el trabajo le apartó de los banquillos. Finalmente, Vicente comenzaría como delegado a principio de los años 80, un cargo que no le abandonaría hasta que la jubilación le llegó. Cadete B, Cadete A, Juvenil A y, sobre todo, el Castilla han sido sus equipos en La Fábrica. Los jugadores aseguran que «Vicente es uno más del vestuario» y es que es mucho más que un delegado. Es el padre, el compañero, el amigo y el confidente de todos los muchachos que pasan por Valdebebas ahora y la Ciudad Deportiva antes temporada tras temporada.

Vicente está a la última en las redes sociales, lo que le sirve para comunicarse muchos futbolistas que un día estuvieron a su lado. No se le pasa un cumpleaños y le siguen queriendo como un padre. Ni Cristiano se le escapa.

Vicente Díaz junto a su nieta Sofía, su hija Paula y su hijo Enrique.

El que fuera el delegado del primer partido de la historia contra el racismo tiene hasta su propio once, donde sus entrenadores serían Camacho y Vicente del Bosque. Ya saben lo que dicen, los polos apuestos se atraen.

Pero si alguien tiene un papel importante en la vida de Vicente es su familia. Díaz recuerda con nostalgia los momentos que se perdió de la infancia de sus hijos, ya que los fines de semana tenía que viajar con algún equipo blanco. Para Vicente, su mujer Nati, sus hijos Enrique y Paula y su nieta Sofia lo son todo. 

Bernabéu y la importancia de la humildad

La figura de Santiago Bernabéu impresionó a Vicente Díaz desde el primer día que le vio en Chamartín. «Yo conocí a Don Santiago gracias a que mis padres tenían unas casa pequeña y enfrente vivía Pedro de Felipe. Yo conocía de De Felipe, que jugaba con nosotros. Un día le dije al padre de Pedro que quería ir al Bernabéu y me dijo que escribiera una carta al gerente don Antonio Calderón. Yo le escribí diciéndole que quería hacerme una foto y me dijo que fuera sin problema. Me hice fotos con los jugadores y coincidí con Don Santiago Bernabéu. El presidente me preguntó que quien era yo y Calderón le explicó que escribí una carta para ir. Bernabéu me empezó a preguntar y me dijo que cuando quisiera ahí estaba. Me quería hacer socio y el Madrid ya no hacía y me dirigí a él. Primero hablé con su secretaria y pedí que le dejara el recado. Pensé que nunca iba a llamar, pero lo hizo, fui y me encontré con un hombre encantador. Los valores de ese hombre eran extraordinarios. Imponía», explica Díaz.

Además, al ser preguntado que le enseñó el hombre que cambió la historia del Real Madrid asegura que aprendíó una cosa por encima de todo: «seas lo que seas siempre humildad, siempre habrá alguien por encima de ti y habrá mucho por debajo de ti».

«Es difícil llegar al fondo de Zidane»

Pocos saben que Zidane se quiso llevar a Vicente cuando ascendió al primer equipo, pero a él no le gustan los focos. «Estuve cerca de ir con él, pero estaba muy reciente el caso Cheryshev y no me gusta el protagonismo». Además, define a Zizou como «un hombre muy introvertido. Con la prensa es muy correcto y educado, pero es difícil llegar al fondo de su corazón».

Además, Vicente, que habla de Zidane como un amigo, aunque asegura que pensó que «no iba a conseguirlo». «El equipo estaba muy mal, el acababa de empezar y estaba en aprendizaje. Yo le dije que esto era mucho arroz, pero con buena psicología lo ha conseguido». Destaca del galo como afrontó sus primeros días al mando del actual campeón de Europa. «Lo que sí hizo fue correr con el equipo, lo que nunca había hecho con el Castilla y jugaba con ellos. Fue su manera de imponerse y convencer. Además tuvo muchas reuniones individuales y de grupo», explica.

Rafa Benítez: «Dame datos, Vicente»

Vicente guarda muy buena relación con Rafa Benítez. El hombre que le enseñó la importancia que tenían los datos «siempre dice lo que piensa», tal y como asegura el ex delegado.

«Benítez adora y vive para el fútbol. Siempre está viendo fútbol. Es capaz de llevar todas las acciones que ocurrían en un partido en la cabeza», explica Calderón, tal y como le llamaban en sus tiempos de futbolista. «Dame datos» eso le decía en después de cada partido y así le saluda ahora.

«Cristiano Ronaldo es lo máximo»

Vicente Díaz posa con el Balón de Oro de Cristiano Ronaldo.

No es canterano, pero Cristiano Ronaldo también sabe muy bien quien es Vicente Díaz. Sabe quien es Vicente y el Cid Campeador, ya que el propio delegado le dice que se parece al caballero castellano, capaz de ganar una batalla después de fallecer. «Cristiano es el ídolo, lo máximo para los canteranos» dice del portugués.

«Raúl me hizo perder muchas apuestas»

Raúl siempre fue diferente. Desde muy pequeño. Vicente explica que «era el primero en ir a por los balones, a por agua… Yo eso no se lo he visto a nadie. Tiene mala leche, dice que se parece a mí, pero era único. Era un líder desde los 15 años».

Contrato de goles de Raúl. (Vicente Díaz)

El eterno capitán le hizo pagar varias comidas, aunque el prefería los bocadillos. «Perdía todas las apuestas con Raúl. Llegaba y me decía ‘Vicen, cuantos goles voy a meter’, yo le decía ‘en juveniles 15’ y el me contestaba que 25, entonces hacíamos contratos y todo. Me tocó pagarle alguna comida. Hasta sus padres me llamaban para decirme que no le hiciera caso (risas). Yo le llevaba a comer a buenos sitios, pero él prefería calamares, por lo que le llevaba a comer a la Plaza Mayor. Un día nos apostamos un viaje y todo», asegura.

“Guti para mí era único”

Su gran debilidad. Vicente se deshace en elogios a la «mejor zurda que he visto». «Para mí era único, aunque tuvimos que trabajar mucho con él (risas)» asegura. «Podría haber sido de la élite. Si no lo ha sido ha sido por él. Un día me decía voy a hacer un partidazo, me he levantado bien y voy a jugar bien y lo hacía. Técnicamente era de los mejores que he visto. Podría haber estado al nivel de los mejores centrocampistas del mundo», añade.

Guti tenía un carácter complicado, pero su ilusión era ser capitán, aunque Vicente le tuviese que hacer un brazalete rojo personalizado para seguirle. «A él le gustaba ser capitán, pero le decía cualquier cosa a los árbitros. Entonces un día faltó nuestro capitán y le di una oportunidad. Le cogí y le dije mira José, vas a ser capitán pero a los árbitros de usted y con las manos atrás, en un primer momento no estaba muy convencido, pero aceptó y el árbitro terminó encantado con él», cuenta entre risas.

«Mourinho tendría 20 Oscar»

Lo de Vicente y José Mourinho fue un flechazo. La primera comida del portugués como entrenador del Real Madrid fue con él, aunque fuera una casualidad. Después, en Valdebebas, el técnico quedó prendado de la exigencia que pedía a los jugadores y ya nunca se separaría de él. Vicente era el único que podía presenciar un entrenamiento del primer equipo. Su amistad fue tal que Mou asegura que sólo guarda dos amigos en el club blanco y uno es él.

«Este tendría 20 Oscar. Yo recuerdo que los primeros días me iba a su despacho y hablábamos de todo. A mí Mourinho siempre me trató bien, aunque también le decía lo que no me gustaba de él y me reconoció que era el único que le hablaba claro», explica Vicente.

Además, el de Setúbal tuvo un detalle con él que nunca olvidará. «Dirigí un entrenamiento con él cuando cumplí 1000 partidos y me regaló una camiseta firmada por todos los jugadores, con el número 1000 y mis nombres. Además me regaló un reloj», expresa agradecido.

«Casillas era algo especial»

Momentos de Vicente Díaz con Iker Casillas.

«Era algo especial. Se veía que era diferente. No llegaba ni al larguero, pero como saltaba», dice Vicente de Casillas con admiración. Habla a menudo con el arquero y todavía le debe una visita en Oporto.

Madridismo en estado puro es Vicente Díaz Calderón. Una vida de entregada al Real Madrid que le coloca en la historia del mejor club del mundo. 35 años dan para mucho y Vicente los cuenta como nadie. Con una sonrisa imborrable cualquiera podría escucharle durante horas. Su etapa como delegado ha finalizado, pero el Madrid nunca se separará de este gran hombre.