Deportes
ARTÍCULO DE OPINIÓN DEL EX PRESIDENTE DEL DEPORTIVO

Lendoiro: «La hipocresía de la Liga no parece tener límites»

El ex presidente del Real Club Deportivo de La Coruña, ha remitido a OKDIARIO un artículo de opinión en el que habla de la hipocresía de la Liga y de Javier Tebas por su oposición a la Superliga

Lendoiro: «La Superliga será el futuro, la pregunta es cuándo»

Augusto César Lendoiro, ex presidente del Real Club Deportivo de La Coruña, ha remitido a OKDIARIO un artículo de opinión en el que deja claro la hipocresía de la Liga por su oposición a la Superliga. El histórico presidente del Dépor señaló a Javier Tebas por las distintas varas de medir que utiliza para atacar a la Superliga.

Este es el contenido íntegro del artículo de opinión de Lendoiro:

LA HIPOCRESÍA DE LALIGA PARECE NO TENER LÍMITES

Hace unos días dejaba pendiente profundizar sobre lo hipocresía de LaLiga, por la distinta vara de medir que utilizaba para atacar a la “Superliga” por su “modus operandi” con aficionados, clubs…y la forma en que ella venía tratando en España a la afición y a los equipos.

Si hipócrita es quien finge ser lo que no es, ¿acaso no es una enorme hipocresía que LaLiga aconseje vestir unas camisetas con su logo y con un llamativo “el fútbol es de los aficionados”, cuando el Presidente Tebas tenía su minuto “de gloria”, en estadios entonces abarrotados de público, el minuto 12, en el que se le recordaba, y no con cariño, por decisiones tan “favorables” para los hinchas como los partidos de los lunes, como los encuentros a las dos de la tarde para “promover” las comidas familiares del fin de semana, o como los que señalaba a las diez de la noche al objeto de “facilitar” los desplazamientos de unas Peñas a los que les anunciaba el día y horario del encuentro de su equipo con 15 días de antelación quizás para ayudar a abaratar y facilitar la organizaciòn de los viajes?

¿Así entiende LaLiga que “el fútbol es de los aficionado”, o, para hacérselo más evidente sigue defendiendo el famoso partido de Miami, en base a un mayor lanzamiento económico en EEUU y lo argumenta con aquello de “son tan aficionados los que siguen el fútbol por televisión como los socios a los que se les niega la presencia en directo de un encuentro de su equipo contra el Barsa o el Madrid… que ya han pagado en su abono anual”?

¿No es de hipócritas hablar de Clubs ricos y pobres cuando en su momento la patronal, por decisión consensuada por Javier Tebas y Miguel Cardenal, acuerda que, de la venta conjunta de los derechos de televisión, la Primera División reciba el 90% y la Segunda solo el 10%? ¿Por qué cuando el “perverso” Madrid, a través de una estrategia sibilina, sugirió que los clubs de Segunda recibiesen el 20% , el poder de Tebas sobre los clubs modestos llegó hasta tal punto que consiguió que los beneficiados votaran en contra de percibir el doble de lo que se les ofrecía por LaLiga? ¿Qué hubiese ocurrido si esta noticia hubiese llegado al conocimiento de los abonados y accionistas de los clubs de la División de Plata?

¿O cómo LaLiga puede clamar contra la “Superliga” por su insolidaridad con el resto de los equipos cuando los efectos negativos del mal llamado Pacto de Viana -una pura y dura imposición política- no lo pagará el fondo de “los ricos”, como sería lo lógico, sino por “los más pobres”, los afectados por el apoyo a los descensos, los más necesitados y mal tratados, en especial los que caen en el pozo de 2@B?

¿O no es insolidario que el colectivo haya abandonado a su suerte -más de uno en riesgo de desaparición- a numerosos clubs fundadores históricos de LaLiga y representantes de grandes ciudades españolas, como el Decano de nuestro fútbol, el Recreativo dé Huelva, Real Murcia, Hércules de Alicante, Racing de Santander, Córdoba, Deportivo…? Con ellos, y muchos más, debía ser solidaria LaLiga.

Era fácil dirigir el grupo y ensañarse con Madrid, Barsa ó Atletico de Madrid -a los que, al no ser invitados, no pudieron ni defenderse ante ese “consejo de guerra” sumarísimo- cuando el “mando único” y los demás son conscientes que se beneficiarán del trabajo sucio del G-12 y que no existiría en el G-39 de LaLiga ni uno solo que rehusase una plaza en la “Superliga” si se la hubiesen ofrecido, pero, quedaba bien abrir fuego contra los disidentes, aunque fuesen, al menos dos de ellos, con los que celebran sus visitas, porque los que los hemos sufrido, y disfrutado, sabemos que la llegada del Madrid o Barsa de los Cristiano, Messi, Neymar… nos suponía una taquilla que multiplicaba como mínimo por 10 veces la que hacíamos ante el siguiente equipo más taquillero de LaLiga.

Lo más triste es que ha quedado claro lo más ruín del fútbol: la cobardía tradicional ante los poderes de UEFA, FIFA, LaLiga…. y así le va al fútbol.

A Florentino “sus apóstoles” lo llevaron al “huerto”, a un Getsemaníí futbolístico, donde lo abandonaron todos salvo Joan Laporta, que es. el más pillo de la clase. Yo, que juego con la enorme ventaja de conocerlo bien, disfruto observando sus movimientos y como “con la puntita nada más” se ha granjeado los aplausos generalizados, incluso de los rivales. Se mueve como pez en el agua y es difícil saber si sube o si baja. A mi me hubiese gustado que sus declaraciones fuesen rotundas de verdad. Las hará cuando esté aclarado el panorama. Es muy listo.

Mención aparte para la cobardía de esos clubs europeos que también se verán beneficiados por las nuevas condiciones económicas que les ofrecerá la UEFA… a cambio de permitir que se responsabilice de la revuelta a muy pocos. Yo eso ya lo he vivido en pequeña escala y es muy injusto. Se trata de señalar un culpable y, sin garantía procesal alguna, proceder a imponerle una “sanción ejemplarizante”, al objeto de evitar que otros se sumen a la rebelión. En esta ocasión estoy convencido que eso no será suficiente. Se ha dado un paso muy importante al frente. No habrá vuelta atrás y esta guerra la ganarán los clubs, porque es de justicia.

Eso no quiere decir que triunfe la propuesta que se ha presentado, digamos que en pañales. Pienso que debe consensuarse dentro de la Patronal de Clubs Europeos (PCE) y ser abierta; contar con ascensos y descensos y solidaria de verdad con los clubs no participantes. Cada uno debe recibir el trozo de tarta que le corresponde.

¿Ante una propuesta en esa línea persistirá LaLiga en que siga mandando UEFA o preferirá que organice la PCE? Tendría difícil explicar cómo se va a oponer a que las competencias que conseguimos en los años ochenta -competencias que le restamos en ese momento a la RFEF- se le nieguen a los clubs europeos al objeto de poder romper el monopolio que la UEFA mantiene sobre el fútbol continental.

Es posible que la UEFA, con los últimos movimientos que se están produciendo comience a pensar en sentarse a dialogar en serio, no a imponer como hace siempre, porque “cuando el monte se quema algo tuyo se quema”… señor conde.