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Gran Premio de Italia de Fórmula 1

Leclerc es el alma de la fiesta de Ferrari en Italia y el verdugo de McLaren con Sainz cuarto

El monegasco venció por segunda ocasión esta temporada

La estrategia de su equipo a una parada funcionó a las mil maravillas

Su compañero acarició el podio y Fernando Alonso quedó undécimo

Charles Leclerc ganó la carrera del Gran Premio de Italia de Fórmula 1 contra todo pronóstico y se convirtió en el alma de la fiesta de su equipo, Ferrari, que celebró por todo lo alto la victoria de uno de sus pilotos en la prueba de su país. El monegasco pilló a todos por sorpresa en el clásico circuito de Monza, especialmente a los McLaren, y se alzó con su segundo triunfo de este Mundial, el séptimo de su trayectoria.

Leclerc se revolvió, resistió y remó contra viento y marea para celebrar una victoria histórica de Ferrari, que va al alza y coge alas de cara al tramo final y, sobre todo, al siguiente campeonato. Oscar Piastri, que adelantó a su compañero en la salida, quedó segundo y Lando Norris (3º) perdió la pole, cerró el podio y sólo le pudo recortar ocho puntos a Max Verstappen (6º) –uno más que lo que marca la clasificación gracias a la vuelta rápida–. El británico tiró así otra oportunidad a la basura fruto de sus nervios, quién sabe si la definitiva.

Carlos Sainz no pudo protagonizar la fiesta de la escudería de Maranello, pero fue un buen invitado al acabar en cuarta posición. Lewis Hamilton se aupó hasta el quinto puesto y así superó a Verstappen, a su compañero, George Russell (7º), Checo Pérez (8º), Kevin Magnussen (9º) y Alex Albon (10º). El tailandés borró a un sólido Fernando Alonso de la zona de puntos. Demasiado hizo el asturiano con ese Aston Martin

La carrera fue frenética desde el principio tras una salida en la que Piastri y Leclerc barrieron a Norris para colocarse en primera y segunda posición respectivamente, aunque el británico acabaría arrebatándosela de nuevo al de Ferrari. Red Bull se las ingenió para resistir hasta la primera parada y llegó a meter sus dos coches en primera línea, pero todo se fue al traste con una eterna parada de Verstappen (6,2 segundos) que le dejó por debajo de su casilla inicial.

Mala salida de Norris y buena de Sainz y Alonso

Sainz se benefició de la salida de pista de Russell y agarró una cuarta posición a la primera de cambio que le permitía soñar con el podio, mientras que Alonso conservó su undécimo puesto, e incluso superó a Nico Hülkenberg para alcanzar la zona de puntos, en la cual se agarró con una magnífica maniobra al engancharse al DRS de Russell durante algunas vueltas.

Llegados al ecuador y con Verstappen fuera de la ecuación, llegaba la hora de tomar decisiones para McLaren. Con Piastri líder, Norris a dos segundos, turnándose con su compañero la vuelta rápida, y Leclerc al acecho, en el garaje papaya no cabía otra opción que no fuera mantener la cabeza fría. El británico se puso nervioso y perdió mucho tiempo al obligarse a volver al circuito mediante la escapatoria de una curva.

La estrategia de Ferrari funciona y Leclerc vence en Italia

McLaren le llamó para colocarle el segundo recambio y Leclerc volvía a estar segundo, mientras que Norris pasaba por detrás a los Red Bull para recuperar su posición lo antes posible. Piastri hizo lo propio, pero Ferrari decidió arriesgar y apostar por la estrategia a una parada con sus dos pilotos, que se colocaban primero y segundo a 14 vueltas del final.

Poco le duró ese atisbo de alegría a Sainz, que perdió posición rápidamente con Piastri, que le pasó como una flecha, y con Norris, al que le costó algo más de esfuerzo. Llegados a ese punto, todo dependía de Leclerc, si no la estrategia de Ferrari habría sido totalmente fallida. Tanto es así que el monegasco sacó las garras contra su propio ingeniero de pista, al que le pidió que no le repitiera las órdenes si las incumplía. Su rebeldía valió la pena y el ’16’ pudo conseguir un hito para su escudería.