Las peores salidas de tono de Enrique Cerezo

“¡Sube aquí, que te la chupo!”. Con esta expresión tan soez como provocadora contestó Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, a un grupito de aficionados del Rayo que le increparon en el descanso del partido que los rojiblancos disputaron en Vallecas el pasado 30 de diciembre.

Fueron unas palabras chulescas e intolerables, impropias del presidente de un club de fútbol, que gritaba al aficionado con tono desafiante «¡sube tú, sube tú!», mientras le hacía gestos obscenos como una peineta y unos cuernos. Curiosamente, la salida de tono de Enrique Cerezo se producía en el mismo palco desde el que hace un par de años arrojaba a los aficionados insignias del Atlético que sacaba de una bolsa de plástico como un rey mago lanzando caramelos desde una carroza de la cabalgata.

Pero no es la primera vez que Enrique Cerezo saca los pies del tiesto y mete la pata tanto en sus gestos como en sus palabras. El 29 de noviembre de 2011 el presidente del Atlético tuvo un enfrentamiento dialéctico con Cristiano Ronaldo durante una comida con motivo de una entrega de premios. El portugués recriminó a Cerezo la dureza con la que se había empleado el Atlético en el derbi de unos días antes y el presidente rojiblanco le contestó ofendiendo a varios jugadores del Madrid, entre ellos Marcelo, al que llamó «ese bajito con mucho pelo».

El tenso rifirrafe, captado por las cámaras de Cuatro, tuvo lugar cuando Cerezo llegó a la mesa que debía compartir junto al crack madridista. Cristiano Ronaldo, visiblemente enfadado y sin apenas dejar que el presidente atlético saludase al resto de comensales, le dijo con gesto serio a Cerezo: «Hay rédito por las patadas, ¿eh?», mientras hacía el gesto de una tijera con las manos, ya que había sufrido un esguince después de una dura patada de Perea.

«Os dan muchas patadas a vosotros últimamente», respondió Cerezo. Entonces intervino uno de los vicepresidentes del Real Madrid, Fernando Fernández Tapias, que estaba en la misma mesa: «Nosotros no damos patadas». «A Pepe, a Carvalho, a Ramos, a ese bajito con mucho pelo…», continuó Cerezo. Cristiano le dio el corte final: «Estás hablando de los mejores del mundo».

Menos de un mes después, Enrique Cerezo mantuvo un enfrentamiento en una entrevista de radio en Onda Cero con el periodista Alfonso Azuara, al que tildó de «sinvergüenza y pirata» e incluso llegó a pedir su despido. “Eres tan malo profesionalmente como lo eres como persona»–dijo al periodista el presidente del Atlético–. «No le llegas a nadie a la altura de los zapatos y por eso estás donde estás: apolillado. Eres un sinvergüenza profesional, un pirata de la radio. Eres un ignorante total. Si te echan, esta emisora ganará oyentes”.

Son sólo un par de muestras de la capacidad de Enrique Cerezo para decir o hacer cosas inapropiadas para un presidente. Como aquella vez que dijo en una entrevista con una televisión rumana que en Madrid «hay muchos rumanos y todos los rumanos son del Atlético de Madrid». O como cuando le contestó a Cristina Tárrega con una frase machista: «Van cada vez más mujeres al fútbol y ya opinan y todo». Así es Enrique Cerezo en estado puro, a veces simpático, otras lenguaraz, otras sencillamente un metepatas.