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Laporta perdona un millón al día a Limak pero se queda sin grada de animación por 21.000 euros

Joan Laporta perdona a Limak, la empresa turca que construye el nuevo Camp Nou, el millón de euros diario por sus retrasos

Por otro lado, el club echa del estadio a la grada de animación por impagos por valor de tan sólo 21.000 euros

La grada de animación del Barça carga contra Laporta: «Están vendiendo el club económica y socialmente»

La gestión de Joan Laporta al frente del Barcelona vuelve a estar en el ojo del huracán. La remodelación del Spotify Camp Nou, una de las obras más ambiciosas en la historia del club, se ha convertido en un foco constante de controversia, quejas y malestar en todo el entorno culé. Ahora, las decisiones de Laporta, que incluyen perdonar a la constructora Limak una cláusula de penalización de un millón de euros diarios por retrasos, contrastan con la dura postura adoptada contra la grada de animación por una deuda de tan sólo 21.000 euros, lo que ha generado una oleada de críticas tanto dentro como fuera de la institución.

Según un reciente informe, Limak debería haber comenzado a pagar una penalización de un millón de euros diarios por no cumplir con los plazos estipulados, fijada la fecha del 28 de noviembre inicialmente. Así, de cumplirse realmente los plazos anunciados ahora, con la vuelta a un Camp Nou parcial para mediados del mes de febrero, la suma acumulada podría llegar a superar los 270 millones de euros, dinero que tendría que ingresar la empresa turca al Barcelona, aunque la historia es bien distinta.

Pero, para sorpresa de muchos, al parecer Joan Laporta ha tomado la decisión de perdonar estas penalizaciones a Limak, postura adoptada sin consultar en ningún momento a los socios culés. ¿El motivo? Supuestamente el presidente culé alega tres motivos principales: satisfacción con el desempeño de Limak, posibles dificultades legales en caso de litigio, y el deseo de evitar tensiones con la constructora.

Esta decisión, de la que informa Sport, no solo ha generado malestar en el entorno culé, sino que también ha levantado sospechas sobre los vínculos entre la directiva y la empresa turca. Cabe recordar que, desde primera hora, la elección de la constructora Limak estuvo envuelta en polémica, por el proceso de elección y falta de transparencia, así como la falta de experiencia en este ámbito por parte de la empresa turca. Las pérdidas millonarias que suponen estos retrasos cuestionan la efectividad del liderazgo de Laporta, quien ya había presentado unas cuentas con déficits considerables.

Así, mientras la constructora es beneficiada con indulgencias económicas, por otro lado la grada de animación del Barça enfrenta un trato muy diferente. El grupo, que reúne cerca de 600 aficionados de sectores como Almogàvers, Front 532, Nostra Ensenya y Supporters Barça, fue expulsado del Montjuic por no abonar una deuda de 21.000 euros en sanciones acumuladas durante la temporada pasada por comportamientos inadecuados en hasta 14 encuentros. Como resultado, el club cerró la sección de animación durante el partido de Champions League contra el Brest, dejando la grada completamente vacía, decisión que mantendrán hasta nuevo aviso.

La ausencia de este sector fue un mensaje contundente, pero las protestas no se limitaron a ese partido. En el enfrentamiento contra Las Palmas, miembros de la grada se manifestaron en las inmediaciones del estadio con pancartas y cánticos críticos hacia Laporta, expresando su descontento con la actual gestión. Aunque el club intentó llenar el vacío con invitaciones a peñistas, quedó claro que la ausencia del grupo afectó notablemente el ambiente del estadio.