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LeBron y Davis lideraron a la franquicia de Los Angeles

Los Lakers tumban a los Heat y se proclaman campeones de la NBA del coronavirus

Los Angeles Lakers es el nuevo campeón de la NBA. La franquicia angelina superó a Miami Heat en el sexto partido de las Finales y culmina, con LeBron James y Anthony Davis a la cabeza, el homenaje perfecto a la figura de Kobe Bryant

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

La NBA del coronavirus ya tiene campeón. Los Angeles Lakers cumplieron con los pronósticos y se hicieron con el anillo después de imponerse en el sexto partido (106-93) a unos Miami Heat que se despiden de un sueño que mantuvieron vivo hasta que las lesiones y del que LeBron James y compañía les obligaron a despertar de un plumazo. El Rey, con una nueva actuación sobrenatural en el encuentro decisivo, guió a los Lakers apoyado en su bastión, un Anthony Davis junto al que ha formado la mejor sociedad para reinar en la burbuja de Disney. La franquicia angelina alcanza, con este campeonato, los 17 de los Boston Celtics y se colocan en lo más alto de la historia de la NBA.

No fue de negro, con la equipación de Kobe y como les hubiera gustado en el quinto con un homenaje implícito al movimiento Black Lives Matter, sino de blanco, con la equipación de los domingos y al segundo match ball. Los Lakers se presentaron en el sexto encuentro dispuestos a finalizar la historia de la NBA más rocambolesca de los últimos tiempos. Un parón por el coronavirus, la posterior burbuja en la que los jugadores han tenido que convivir meses y el dolor aún presente por la pérdida de la leyenda fue el cóctel con el que se debió manejar el equipo de Los Ángeles, eso sí, guiado por el mejor conductor posible.

LeBron James volvió a aparecer como el superhéroe que es en el partido y desde el primer minuto trató de tomar las riendas del partido. Después de ser derrotado por Jimmy Butler en un duelo titánico en el quinto, el rey se vengaría con la inestimable ayuda de su inseparable Anthony Davis, clave para entender el regreso a lo más alto de los Lakers, y de los actores secundarios.

El anillo de los Lakers no se explica sino es bajo el cobijo de sendas actuaciones extraordinarias de LeBron y Davis, pero los actores lograron sumar ese punto para marcar la diferencia. La dirección de Rondo, la experiencia de Green –pese a su fallo en el triple del quinto– o la determinación de Caldwell-Pope en ambos aros sumaron para hacer de la franquicia de Los Angeles la más poderosa de la burbuja y, sobre todo, la más completa más allá de sus dos grandes estrellas.

Así rompió el partido la franquicia angelina, de mayor profundidad y con una intensidad defensiva magnífica para dejar a los Heat en mínimos históricos al descanso. La diferencia, rondando los 30 puntos, dejaba la segunda mitad como un mero trámite a la espera del alirón de los Lakers. Después de un tercer cuarto en consonancia con lo visto en anterioridad y un cuarto con un inicio en conato de reacción de Miami, mero maquillaje antes de la fiesta del campeón.