Kroos tiene una espina clavada con la Champions
Toni Kroos es uno de los diez campeones de la Champions League del once titular que dispondrá este sábado Zinedine Zidane en la final ante el Atlético de Madrid.
Sin embargo su historia es diferente al del resto de sus compañeros en la alineación inicial del Real Madrid por dos motivos: ganó la Orejona con otro equipo distinto, el Bayern de Múnich, y no disputó el partido que decidía al campeón de Europa por lesión.
Integrante del Bayern del triplete
Toni Kroos tuvo sus inicios futbolísticos en su localidad natal de Greifswald, Alemania. En la edad de juvenil fue transferido brevemente al Hansa Rostock ya que el Bayern de Múnich puso los ojos en él cuándo apenas tenía 16 años.
Tan sólo una temporada y media después, El Francotirador, así como le conocen coloquialmente en tierras germanas, ya había debutado en el primer equipo muniqués-siendo el jugador más joven en hacerlo hasta que en 2010 Alaba rompió su récord.
Dos campañas irregulares en la que no se veía su progresión, le sirvió a los bávaros para que lo cedieran al Bayer Leverkusen. Allí Kroos explotó durante los dos cursos que estuvo a préstamos, lo que significó su vuelta a los rojos.
A partir de ese momento, el centrocampista germano permaneció cuatro temporadas en Múnich como titular, con un tercer año insuperable. El Bayern conquistó Liga, Champions y Copa con Jupp Heynckes como entrenador, que veía como a final de esta exitosa etapa iba a verse relegado en el banquillo por Pep Guardiola.
Con el ex técnico del Barça, Kroos siguió siendo un fijo. Ganó el Mundial de Clubes, Bundesliga y Copa, pero no pudo repetir el título europeo. Una renovación fallida y la intención del Bayern de hacer caja con su venta para que no se fuera libre el curso siguiente, significó su fichaje por el Real Madrid en verano de 2014 por unos 30 millones de euros.
Una lesión que le marcó sus títulos
Toni Kroos vivió su campaña perfecta en período comprendido entre 2012 y 2013. Aunque la felicidad no podía ser plena ya que el alemán no pudo disputar la recta final de la misma por una inoportuna lesión.
Era 2 de abril y el Bayern de Múnich disputaba la ida de los cuartos de final de la Champions ante la Juventus de Turín en el Allianz Arena. Corría el minuto 15 de partido cuando el ahora madridista se rompía al intentar cortar un pase del lateral derecho suizo Lichsteiner.
El parte médico era desolador: «desgarro muscular en el abductor de la pierna derecha». Kroos decía así adiós a la temporada y no pudo ser partícipe en el campo del triplete del equipo muniqués.
Este sábado en Milán puede resarcirse de la espina clavada que tiene al no haber podido disputar aquella final de la Champions que ganó el conjunto más laureado de Alemania a su rival en el propio país, Borussia Dortmund (2-1).