Kovacic se viste de Casemiro

El partido ante el Betis sirvió al Real Madrid para volver a la senda de la victoria tras cuatro empates consecutivos que estaban empezando a enrarecer el ambiente en el seno del conjunto blanco. Tanto Zidane como los jugadores reconocían públicamente que estaba faltando algo, pero en el Villamarín el equipo salió a por todas desde el primer minuto y pasó por encima de un rival que se limitó a verlas venir e intentar encajar los menos goles posibles.

Uno de los problemas del equipo merengue durante las últimas semanas había sido la ausencia de Casemiro y la falta de un sustituto natural en la plantilla, pero ante el Betis Kovacic dio un paso al frente y cumplió a la perfección con lo que necesitaba el Real Madrid. El croata cuajó un partido brillante en varias facetas del juego y convenció a Zidane de que puede ser el mejor sustituto posible para el mediocentro brasileño.

Se desfondó en el Villamarín

En 65 minutos, el balcánico corrió sobre el césped del Villamarín un total de 7,66 kilómetros, es decir, si no hubiera sido sustituido y hubiera disputado el partido completo sus números dicen que habría sido uno de los jugadores blancos con más kilómetros a sus espaldas. Pero quizás no fue esto lo más destacado de la actuación de Kovacic ante el Betis. Al croata se le vio mucho mejor posicionado tácticamente que en otros encuentros y el Real Madrid lo notó. De las cuatro entradas que hizo sobre el césped ganó las cuatro, fiel reflejo de su buena ubicación y de su inteligencia a la hora de colocarse y replegar.

Pese a ser el centrocampista más retrasado y ejercer de Casemiro, el balcánico sólo cometió una falta ante el Betis, no se vio obligado a parar así a los jugadores verdiblancos gracias también a su buena colocación y sentido táctico. Pero su papel no quedó ahí. Kovacic también dio al Real Madrid una salida del balón limpia durante todos los minutos que estuvo sobre el césped y completó 46 pases con casi un 87% de acierto. Cuando el Betis apretaba un poco más, el croata tiraba de repertorio y conducía para romper líneas y buscar luego a un compañero. En definitiva, un partido muy completo del croata, que convenció a Zidande que puede ser el sustituto perfecto para Casemiro.