Keylor, otra vez en el punto de mira

El Santiago Bernabéu es muy probablemente el estadio más exigente del mundo. Y quizás no sea casualidad que el Real Madrid sea el mejor equipo de la historia. La ambición y el incorformismo definen a la perfección a la afición merengue, que cuando ve algo que no le gusta lo demuestra, ya sea con pitos, abucheos o con el simple runrún. Uno de los puestos más complicados es sin duda el de portero, y Keylor Navas lo sabe bien.

El costarricense llevaba tiempo sin dar el cante, pero el pasado domingo volvió a cometer un grave error que pudo costar un disgusto importante al Real Madrid en Anoeta ante la Real Sociedad. El equipo donostiarra empató gracias a un regalo del portero tico, que no estaba bien colocado y que hizo un gesto técnico tan extraño como infructuoso, pues el disparo de Kevin, más bien blando y centrado, pasó por debajo de sus brazos.

Vuelven las dudas

Y las dudas vuelven a sobrevolar la portería del Real Madrid. Zidane y el vestuario confían plenamente en Keylor Navas y esa ha sido la razón principal para que el club blanco no haya firmado un portero top este verano. Tras un notable final de temporada pasada y un buen comienzo del presente curso, el garrafal error ante la Real Sociedad hace que el costarricense vuelva estar en el foco del Bernabéu, que le examinará con lupa este miércoles ante el Betis.

Los aficionados saben que ese tipo de acciones pueden decidir títulos, y hay un sector de la parroquia merengue que ya tiene enfilado a Keylor desde la pasada temporada, pues los primeros dos tercios de curso del costarricense fueron desastrosos, cometiendo errores graves que costaron puntos y dando una sensación de inseguridad preocupante.

Mientras tanto, en los despachos de Concha Espina también llevan bastante tiempo analizando el mercado en busca de un portero joven y de garantías. El preferido siempre ha sido De Gea, pero su precio y la postura del United ha dificultado su llegada hasta ahora. En esas, el Real Madrid también le ha echado el ojo al joven Kepa, del Athletic, que termina contrato en junio de 2018 y que aunque renueve sería una inversión apetitosa para el conjunto blanco.