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‘El Flaco’ fue el tercer grande de la historia del fútbol mundial

Después de Di Stéfano y Pelé llegó Cruyff. El Flaco revolucionó el mundo del fútbol, elevándolo a una dimensión desconocida. Desde la banda y la mediapunta, gobernaba los partidos con autoridad y descaro.

Cruyff militó diez años en el Ajax, donde debutó en el año 1964, y dejó en las vitrinas nada menos que tres Copas de Europa, además de sumar un Balón de Oro. Emigró a Barcelona en 1973, año que obtuvo su segundo Balón de Oro como mejor jugador del mundo.

Llegó a la Ciudad Condal en lo que fue el traspaso más caro de la época, un auténtico bombazo que ponía al Barcelona de nuevo en el mapa del mundo del fútbol, después de dejar tras de sí 246 goles en 328 encuentros en el conjunto holandés. En su primera campaña como blaugrana quedará para el recuerdo el 0-5 en el Santiago Bernabéu frente al eterno rival, el Real Madrid, y uno de los goles más espectaculares de la historia conseguido de tacón frente al Atlético de Madrid.

Johan Cruyff también fue el emblema de la Naranja Mecánica y guió a Holanda hasta la final del Mundial de Alemania en 1974, donde cayeron derrotados 2-1 frente a la Alemania Federal de Franz Beckenbauer y Torpedo Müller entre otros.

En este Mundial fue nombrado mejor jugador del torneo, lo que le valió para sumar su tercer y último Balón de Oro ese mismo año. Su otra gran cita con la selección oranje fue en 1976 donde finalizaron en tercer lugar en la Eurocopa de Yugoslavia. Cuatro años después de la cita alemana, renunció al Mundial de 1978 como protesta por la situación política argentina.

Johan Cruyff se marchó del Barça en 1978, no sin antes levantar la Copa del Rey. El Flaco partió a Estados Unidos y fichó por los Angeles Aztecs. También jugó en los Washington Diplomats. Regresó a la Liga española, a Segunda división, para disputar diez partidos con el Levante. En 1981 decidió volver a Holanda al Ajax, luego Cruyff cerraría su carrera en el eterno rival, el Feyenoord, ya con 37 años.