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Su declive, paso a paso

Jesé toca fondo: así ha sido su camino a los infiernos

Jesé Rodríguez ha pasado de ser uno de los jugadores más prometedores a un ostracismo absoluto en el mundo del fútbol

El PSG fulmina a Jesé en su página web

Enero de 2014. Jesé Rodríguez, uno de los canteranos más prometedores del Real Madrid, y en plena construcción del proyecto ganador que llevó a ganar a los blancos cuatro Copas de Europa en los últimos cinco años, comenta: «He soñado con ganar el Balón de Oro en cuatro años». El canario, en el mejor momento de su carrera, se veía con el trofeo individual más preciado del mundo del fútbol, con el que posaba (cedido por Cristiano) ilusionado de estar él algún día ahí.

Marzo de 2014. Tan solo después de sus palabras, Jesé se lesiona de gravedad en el partido de vuelta de octavos de final de Champions League ante el Schalke 04, un encuentro prácticamente intrascendente por el 1-6 de la ida y con el que comenzaría el calvario del futbolista que arrasó en las categorías inferiores del Real Madrid, el que llegó a ser considerado el ‘nuevo Cristiano’.

Jesé Rodríguez, ahora ya con 25 años, no es ni un 1% de lo que fue. Prácticamente sin equipo, pertenece al PSG, pero el club francés ni le inscribe y directamente le borra de su página web, por lo que se espera que pase otro año en el ostracismo más absoluto. Esta medida, de olvido en París, es la última (por ahora) a la que ha llegado el delantero canario, que desde aquella lesión, y también debido a su cabeza, ha ido perdiendo todo el poderío futbolístico que tenía.

El viaje frustrado a París

Aquellos 25 millones de euros en el verano de 2016 fue lo que sacó el Real Madrid por Jesé, que cogió la maleta camino del Parque de los Príncipes con la esperanza de hacerse más futbolista en el PSG. No sabía entonces que iba a firmar el declive de su carrera y que apenas jugaría en el conjunto francés.

Dos temporadas después, tan solo ha jugado nueve partidos en el PSG, todos ellos al inicio de su aventura allí, cuando sus idas y venidas todavía no estaban a la orden del día. Su último partido oficial con los parisinos data del 12 de diciembre de 2016 (ante el Lille de la Copa de la Liga). Después vino la cesión a Las Palmas, donde fue titular prácticamente en todos los partidos, pero su regreso a España tuvo más bombo que efecto: no cuajó en su tierra y regresó a París, donde nunca le han querido ver.

Cedido al Stoke City en 2017, empezó bien en Inglaterra pero se fue diluyendo. Llegó a estar desaparecido durante unos días y el equipo inglés acabó cansado de él y le dio un permiso para que ni fuera a los entrenamientos. Eso unido a sus problemas amorosos, con una guerra diaria y retransmitida por las redes sociales con su expareja y madre de su hijo Aurah Ruiz, próxima concursante de Gran Hermano VIP, han terminado de hundir a Jesé, que en el último año (desde septiembre de 2017) solo ha disputado 10 partidos y que ahora está totalmente descartado con el PSG, con el que solo jugó 19 minutos en un amistoso de pretemporada.

Sin destino

Tal grave es su declive que tampoco este verano logró un destino en el que poder jugar algunos minutos o, por lo menos, estar en el panorama del mundo del fútbol. Estuvo cerca de irse al Parma, a la Fiorentina, se llegó a hablar del Huesca y por último al Nantes, con el que las negociaciones estuvieron avanzadas hasta el último día de mercado, pero su salario, muy alto, fue un impedimento. Jesé tampoco quiere bajarse el sueldo, por lo que se aboca a estar en el PSG sin hacer nada. Allí tiene contrato hasta 2021, por lo que aún le queda una larga espera.

Mientras tanto, sin equipo en la práctica, con una expareja sacándole trapos sucios, sin minutos y sin relevancia en el fútbol pese a su indudable calidad, a Jesé solo le quedan sus videoclips y el sueño de que algún día cambie todo. Por ahora, 2018 no será el año en el que gane el Balón de Oro como él predijo. Quizá tampoco 2019.