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Otra temporada desaprovechada

Jesé, a sus 27 años, toca fondo: cinco hijos, manutenciones y un futuro incierto

Tras abandonar el Real Madrid, Jesé Rodríguez no ha logrado adaptarse ni al PSG ni a ninguno de los equipos a los que ha sido cedido. Su vida privada también ha contribuido a su declive

La carrera de Jesé Rodríguez no termina de arrancar. Al futbolista canario se le han presentado varias oportunidades después de abandonar el Real Madrid, pero no ha sabido aprovechar ninguna y comienza a ser un quebradero de cabeza para un PSG que lleva varios veranos cediéndole porque no cuenta con él.

El 30 de junio de 2021 termina contrato con el PSG y todo apunta a que no renovará su relación contractual con el cuadro parisino. Su alto salario, unos 3 millones de euros, le podrían complicar las cosas de cara al futuro. Y es que si en la próxima temporada no firma un buen papel no habrá equipos que se atrevan a apostar con el con un sueldo tan alto aunque llegue gratis, porque, además, su valor se ha ido devaluando estos años de 15 millones en agosto a los 3,2 kilos actuales.

Parece que aquella noche de Champions de marzo de 2014 ante el Schalke 04 comenzó su caída. El delantero grancanario estaba dejando grandes sensaciones a las órdenes de Carlo Ancelotti y nunca sabremos si en cuatro años hubiera sido Balón de Oro como él propio jugador aseguraba, pero estos años ha demostrado que está a años luz de lo que pudo haber sido.

La grave lesión que sufrió ante el Schalke, rotura de ligamentos cruzados, más alguna infección durante su recuperación, fueron determinantes para la caída de un Jesé Rodríguez que en 2016 cambió el Real Madrid por el PSG para seguir creciendo. En París se le acogió como uno de los futbolistas con más proyección del mundo, pero nunca llegó a cuajar. A los pocos meses de su llegada salió cedido a la Unión Deportiva Las Palmas.

Ni en su casa logró recuperar esa alegría y ese fútbol que le faltaba para volver a hacer disfrutar a los aficionados que seguían confiando en sus cualidades. Al finalizar su cesión con Las Palmas, un carrusel de cesiones en las que ha habido de todo. La primera de ellas, al Stoke City, donde dejó de contar y hasta protagonizó alguna falta a entrenamientos por viajar a ver a su hijo Nyan, que nació con una enfermedad.

Después de probar fortuna en la Premier le tocó ir al Betis con Quique Setién, mismo entrenador que le dirigió en Las Palmas. Tampoco cuajó en el Betis y la temporada siguiente, la actual, jugó en una liga nueva, en la portuguesa, defendiendo los colores del Sporting de Portugal. La crisis del coronavirus ha provocado que el conjunto lisboeta haya decidido romper el préstamo, por lo que Jesé Rodríguez acabará sin jugar esta temporada, aunque gracias a haber jugado un minuto en la cuarta jornada con el PSG podrá decir que es campeón de la Ligue1.

Pero sin duda algo ha podido pasar factura a la carrera deportiva de Jesé es su vida personal. El futbolista de La Feria, barrio de Las Palmas de Gran Canaria, ha llevado de forma paralela a su trayectoria futbolística, un vaivén de emociones y polémicas. El todavía futbolista del PSG se ha visto envuelto en guerras con las madres de sus hijos -tiene cuatro retoños, y uno en camino, con tres mujeres distintas-. Pero no son los únicos problemas que le han rodeado.

Jesé gastaba el dinero que recibía en deportivos, joyas, fiestas, etc. Incluso le tenía que poner límites de gastos a una de las madres de sus hijos, Aurah Ruiz. Tanto la ex participante de Mujeres y Hombres como su otra ex pareja, Melody Santana, le han recriminado todo su despilfarro de dinero mientras dejaba a un lado a sus hijos. Tampoco hay que olvidar sus polémicas indisciplinas, como fue agredir a un árbitro o escupir a un rival cuando militaba en el Castilla. Además, durante su estancia en el Real Madrid también probó fortuna en la música, conocido artísticamente como Jey-M, intentando compatibilizar una vida privada muy ajetreada con el fútbol, algo que ha quedado demostrado que no le ha salido bien al canario.