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FÓRMULA 1: GP DE AZERBAIYÁN

Intratable Vettel en otro ridículo de McLaren y Fernando Alonso

El imperio de la estrella alemana se tambalea entre una revolución que tiene más aliados que la Segunda Guerra Mundial. Italianos, austríacos y, Dios mediante, franceses, empiezan a tirar abajo las murallas híbridas de Mercedes. Las calles de Bakú atestiguaron la sublevación definitiva en la Fórmula 1: Ferrari quiere un trono de hierro que vivía en una paz incómoda durante tres años.

En la lejanía del poder, Fernando Alonso lucha contra su infortunio y mecánica de un MCL33 que todavía está lejos de sentarse a reinar. Así las cosas, se le escapó otro de esos objetivos menores que a tan poco saben para un piloto llamado a dominarlos a todos. En Q2. Decimotercero. No andan. No corren. Y el motor ya no es Honda. En domingo volverán las oraciones en McLaren hacia el mesías ovetense para realizar otro milagro en pista que no merecen. Nunca den por muerto a Fernando Alonso.

Carlos Sainz siguió la estela hacia la zona noble de la parrilla: un burgués que también sueña con el reinado. Noveno, esperando una locura de codazos en pista el domingo. La primera sesión certificó que, de momento, lo mejor es que Honda guarde silencio. Otra vez los dos monoplazas fuera de Q2. Aunque viendo a McLaren… Vandoorne también se quedó fuera a las primeras de cambio.

En las alturas todo apuntaba a exhibición de Kimi Raikkonen… o Vettel. Mercedes se quedó muy lejos de poder tambalear a los Ferrari. El alemán se hizo con la pole a lo Hamilton. El cambio de roles es real: esta Fórmula 1 es otro rollo. Tres décimas de diferencia entre el primero y segundo. Una distancia que se acortará en los primeros metros del GP de Azerbaiyán.

La lucha, por primera vez en años, fue entre ambos Ferrari. Kimi Raikkonen hizo los dos primeros mejores sectores… pero perdió el coche en el tercer sector. Le regaló la segunda plaza a Lewis HamiltonFerrari es ahora mismo la mano que mece la intranquila cuna de Mercedes… aunque las circunstancias de Bakú prometen una locura en domingo. Fernando Alonso hizo de vidente ante los medios: banderas amarillas, coches de seguridad, viento, suciedad… Bienvenidos a la locura de Bakú.