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FÓRMULA 1

Lewis Hamilton reconoce el distanciamiento con Mercedes a finales de 2016

El final de la temporada 2016 fue uno de los más duros que se recuerdan. En la cita decisiva de Abu Dhabi, Lewis Hamilton necesitaba ganar y que Nico Rosberg no acabase en el podio para alzarse con el mundial. Por ello, el británico no dudó en ralentizar todo lo que pudo el ritmo para que otros pilotos se sumasen a la lucha, poniendo en riesgo el seguro doblete de Mercedes. Esta actitud creó una brecha en la relación entre Hamilton y su equipo, que ahora el piloto reconoce. No obstante, ésta acabó siendo la base para un 2017 en el que ha rendido mejor que nunca, pues una posterior reunión con Toto Wolff hizo que las cosas diesen un giro radical.

“Cuando vas a la oficina y sientes que tu jefe no te quiere allí hay tensión en el ambiente de trabajo. Simplemente no puedes hacer tu trabajo lo mejor posible. Aquella reunión fue muy importante, un reseteo. Cuando llego a un circuito ahora todo el mundo sabe que estoy dando mi máximo”, afirma Hamilton.

Además, el inglés ha admitido que una de las claves para triunfar este año ha sido buscar las debilidades de su rival, un Sebastian Vettel que en ocasiones no ha respondido como debería ante la presión. “Siempre pones presión y esperas que tu rival muestre debilidad. Cuando Federer juega contra Nadal, ambos esperan ver una mínima debilidad del contrario. Comparo esta temporada con una carrera de 100 metros de Usain Bolt, él no sale siempre el primero, pero luego se recupera. Yo fui mejor al final de la temporada”.

A pesar de ese mal comienzo, Hamilton reconoce la temporada 2017 como la mejor de su carrera, y todo con un Mercedes W08 del que dice que es uno de los monoplazas más complicados de entender de todos los que ha pilotado. “Esta temporada ha sido la más completa y limpia. No estoy contento con Rusia y Mónaco. En Austria tuve una penalización. Pero no ha habido más errores y eso me hace sentir orgulloso. En cuanto al coche, recuerdo que el McLaren de 2008 también era difícil de entender, el de 2009 era simplemente terrible. Pero el Mercedes de este año es el más complicado en ese aspecto y espero que algunos de los déficits desaparezcan para 2018”.