Gary Neville pide a De Jong que denuncie al Barça: «Es un club inmoral»
A Gary Neville todavía le debe de estar escociendo el 7-0 que encajó en el Camp Nou cuando era entrenador del Valencia, una etapa que en Mestalla no recuerdan con cariño, precisamente. El exjugador del Manchester United ha vuelto a arremeter con fuerza contra el Barcelona, en este caso usando como gancho a un jugador que precisamente es objetivo de mercado del club inglés, Frenkie de Jong.
«¡De Jong debería considerar emprender acciones legales contra el Barcelona y todos los jugadores deberían estar detrás apoyándole! Es inmoral y una infracción que un club gaste fortunas en nuevos jugadores y no pague a los que tienen contrato. FIFPRO (el sindicato mundial de futbolistas) debería detener este acoso a este jugador», denunció Neville en las redes sociales.
No es el primer ataque de Neville al Barcelona. «Es un club desesperado con una deuda de 1.300 millones de euros que vende futuras fuentes de ingresos para gastar en jugadores con la ‘esperanza’ de que valgan la pena. Es como tirar los dados en un club gigante», denunció la semana pasada.
Lo último en Barcelona
-
Insólito: la mascota del Barça se cuela por sorpresa en pleno concierto de Aitana en Montjuic
-
Dardo de Toni Freixa a Nico Williams tras el fichaje de Rashford por el Barça: «Es infinitamente mejor»
-
Rashford se acerca al Barcelona
-
Las tres falsas promesas del Barcelona con el regreso al Camp Nou que indignan al socio culé
-
El mayor rival de Laporta explota tras un nuevo bochorno con el Camp Nou: «Hacemos el ridículo»
Últimas noticias
-
El mejor restaurante de carretera entre Madrid y Galicia lleva 85 años abierto y jamás cierra la cocina
-
Giro de 180º en las pensiones confirmado por la Seguridad Social: el cambio que llega el 1 de agosto
-
Comienzan los cortes de tráfico nocturnos por el asfaltado definitivo del Paseo Marítimo de Palma
-
El Corte Inglés propondrá en su junta un dividendo récord de 225 millones y un nuevo plan de incentivos
-
Pateras desembarcan en playas de Mallorca entre el desconcierto y la sorpresa de los bañistas