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Los favores ocultos por los que el Barça condecoró a Franco

El Barcelona ha dejado sin efecto las distinciones honoríficas otorgadas a Francisco Franco en la década de los 70. Sin embargo, el dictador ayudó a la entidad azulgrana dándole estabilidad institucional o en el fichaje de Kubala. 

La Junta Directiva del Barcelona ha decidido dejar sin efecto las distinciones otorgadas a Francisco Franco los años 1971 y 1974, así como todos los efectos honoríficos vinculados a su entrega. La entidad azulgrana reniega ahora de unos gestos de agradecimiento por las actuaciones del dictador hacia el club.

En 1971, la directiva azulgrana le concedió un homenaje al Caudillo por la benevolencia del Régimen en la construcción del Palau Blaugrana y el Palacio de Hielo. Además, Franco fue nombrado presidente de honor de ambos recintos. Tres años después, el presidente Agustín Montal, en una audiencia oficial, volvió a entregar la medalla de oro coincidiendo con el 75 aniversario del club.

La sucesión de favores de Francisco Franco hacia el Barcelona cambió la historia del club. Pese a que históricamente desde Cataluña se ha repetido la cantinela de atribuir al mandatario las Copas de Europa del Real Madrid, algo que cualquier historiador desmontaría en 30 segundos, lo cierto es que desde la Ciudad Condal se ocultan algunas verdades en las que dictador ayudó a los azulgranas.

La dictadura dio estabilidad al Barcelona

La primera de ella es que en la Segunda República el Barcelona era un equipo en crisis. Del 1931 a 1936 los azulgranas no cosecharon ningún título de Liga, mientras que el Real Madrid, el equipo de la burguesía liberal de la capital, se alzó en ese periodo con dos campeonatos y dos Copas de España.

La llegada de Franco al poder puso fin a los males internos que se estaban produciendo en el club azulgrana, además de desmantelar a un Real Madrid cuya gran mayoría de jugadores acabó en el exilio. Una de las primeras medidas del Generalísimo fue la de ubicar a gente de Estado en las directivas de todos los clubes.

Esta acción ayudó al Barcelona, que a partir del 1939 ganó cinco Ligas y cuatro Copas –en los años más duros y más represivos del Régimen–.

Sin embargo, pese a ser el supuesto equipo del Régimen, los blancos no ganaron la Liga hasta la temporada 53-54. Quince años tuvieron que pasar para que el Real Madrid llevase a sus vitrinas el título desde la llegada de Franco. Y curiosamente, esa conquista llegó con el aterrizaje de Di Stéfano.

El Régimen ‘fichó’ a Kubala

En el año 1950 el Barcelona se hizo con el fichaje del que en ese momento era uno de los mejores jugadores de Europa, Ladislao Kubala. Franco y su propaganda exterior querían vender a España como un país que luchaba contra las políticas del este y dispuesto a ayudar a los que querían salir de allí.

Diferentes historiadores explican cómo el Régimen ayudó en el fichaje de Kubala desde Hungría. Para ser un ejemplo en la lucha contra el comunismo y de caridad con sus fugitivos, España facilitó con el papeleo y la nacionalización del jugador.

Kubala, en un partido con el Barcelona.

Franco acabó con la deuda del Barça

El Barcelona de los Ramallets, Kubala o César estaba en una situación pésima económicamente hasta que una recalificación autorizada personalmente por Franco en 1965 le salvó de la bancarrota. La actuación del dictador acabó con una deuda de 230 millones de pesetas por la construcción del Camp Nou.

Antes, la entidad azulgrana cambió unos terrenos entre la Riera Blanca y la calle de la Maternidad por otros situados en la zona terminal de la Diagonal. En 1951, el entonces alcalde, Antonio María Simarro, y el presidente del Barça, Francisco Miró-Sans, acordaron la primera recalificación para ayudar al club.

Pero habría otra más, el Barcelona tuvo que vender el antiguo estadio de Les Corts. Miró-Sans dio las gracias públicamente por una nueva recalificación aprobada en pleno municipal para sostener a la entidad.

Más Copas del Generalísimo que el Madrid

Otro dato que desmonta las teorías que colocan a Franco del bando madridista es que durante la dictadura el Barcelona ganó más Copas del Generalísimo que el Real Madrid. Si los blancos hubiesen recibido ayudas por parte del Régimen, Franco hubiese mediado para que ‘su equipo’ ganase el trofeo que llevaba su nombre. Mientras que los madridistas ganaron seis, los catalanes se alzaron con nueve.