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El perfil de Löw: un caballero ganador enamorado del fútbol de España

Joachim Löw es de esos entrenadores cuya idea de juego prima por encima de jugadores y resultados. Elegante, educado y discreto, el actual seleccionador alemán es el favorito en la cúpula del Real Madrid para sustituir a un Rafa Benítez que no termina de dar con la tecla.

Pero eso sería después de la Eurocopa. Jogi, como le conocen en la intimidad, tiene ahora en su cabeza una idea: ganar la Eurocopa, a la que llega como claro favorito con Alemania. Löw ha aprendido a vencer en un largo y lento proceso en el que la paciencia y un espejo en el que mirarse han guiado su camino al éxito.

El técnico heredó en 2006 una selección alemana que pedía un cambio generacional. Sin grandes revoluciones, empezó a cultivar una idea futbolística que en Alemania chirriaba. El balón como protagonista y el fútbol de ataque son su manera de concebir este deporte y su alma de jugador ofensivo (del Friburgo, Stuttgart o Eintracht) seguro que tiene mucho que ver.

Adiós fuerza, hola posesión

El salto definitivo de su idea tiene dos puntos de erupción. El primero fue la final de la Eurocopa 2008 contra España. Su equipo sucumbió ante el tiki-taka de Luis Aragonés. En ese momento, Löw quedó prendado del futbol español y su manera de jugar la pelota. Además de inculcar esa idea a su selección debía hacer ver a los seguidores y exigentes dirigentes germanos que su equipo dejaría de lado la fuerza y la altura para priorizar la técnica y la precisión.

Löw es un enamorado del fútbol de toque (Getty)

Löw encontró la mejor manera de hacerlo apoyándose en una nueva generación que reunía esos requisitos. En 2009, Alemania se proclamó campeona del Europa sub 21 con una plantilla en la que ya destacaban hombres como Özil, Khedira, Hummels, Boateng o Neuer. Ese talento que se incubaba en la cantera iba a ser la excusa perfecta para el cambio. Alemania ya no sólo quería ganar, quería hacerlo como España, jugando bien.

El propio Löw no esconde que quiere que el juego de su equipo despierte emociones basado en valores como el respeto, la ambición, la fiabilidad, la alegría, la tolerancia o la integración. Ese es su estilo.

Y el trabajo llevó al éxito en Brasil

El sistema de formación implantado en la Mannschaft continuó sacando a jugadores como Müller, Götze, Kroos o Reus. Löw no lo dudó esos chicos tenían cabida en un proyecto ganador al que le costó alcanzar la cima. Semifinalistas en el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012, pero firmes en su idea.  Y el trabajo llevó al éxito: chorreo a Brasil en semifinales del Mundial (1-7) y al fin campeones. La cuarta corona de Alemania tuvo un nombre propio: Joachim Löw.

Löw apostó por jugadores de calidad como Özil (Getty)

Su andadura con Alemania es casi impecable. Löw ha dirigido 127 partidos, ganando 85, empatando 22 y perdiendo 20. Su equipo marca 2,42 goles de media por partido y sólo encaja 0,97. El 4-2-3-1 es su sistema preferido, tanto que por no variar el dibujo ha sido capaz copiar con éxito la posición de falso nueve con Müller.

Löw es un hombre que ha sabido gestionar con éxito un vestuario del que poco a poco han salido pesos pesados para dar entrada a los jóvenes talentos. Un técnico con mano izquierda al que en sus comienzos en Sttutgart se le tachaba de poco autoritario. Nadie discute ahora sus decisiones.

Detrás del Löw ganador hay una carrera desconocida. Tras nueve meses en el Austria de Viena, recibió en 2004 la llamada de su colega Jürgen Klinsmann para ser su asistente. Pero antes ya se había sentado sin hacer mucho ruido en banquillos de la Bundesliga, de Turquía y de Austria. Ganó una Copa con el Stuttgart en 1997 y una Liga con el Tirol Innsbruck en 2002. Se quedó a un paso de la Recopa del 98 cuando cayó contra el Chelsea en la final.

Joachim es un caballero ganador y por eso gusta. Sus ganas de entrenar en España son un plus para un entrenador alemán alejado de los estereotipos.