Deportes
Fórmula 1

El despedido Sainz sostiene a Ferrari en el momento más crítico del blindado Leclerc

El piloto español está siendo quien tira del carro del equipo de Maranello en las últimas tres carreras

En los tres últimos fines de semana ha sumado 38 puntos por los 12 de su compañero

Sin embargo, sigue libre y no podrá continuar en la escudería italiana en 2025

El feo que Ferrari le hizo a Carlos Sainz a principios de año, anunciando su despido y la llegada de Lewis Hamilton en 2025, no está cobrando sentido con el paso del tiempo. Es cierto que el británico demostró el pasado domingo en Silverstone que a sus 39 años sigue al máximo nivel con una actuación brillante para ganar la prueba de su país, pero eso no quita que a medida que avanzan las fechas la opinión popular sea que el español no merecía marcharse a la fuerza de su equipo.

Menos aún cuando es él quien en este punto del Mundial está sosteniendo a Ferrari en la clasificación de constructores. Su compañero, Charles Leclerc, blindado con un contrato multianual, se ha desplomado tras su victoria en el Gran Premio de Mónaco y toda la responsabilidad ha caído en las manos de Sainz en las tres últimas carreras. En Canadá, los de Maranello tocaron fondo con el abandono de sus dos pilotos, pero desde ahí en adelante es el madrileño quien ha sumado la mayor parte de los puntos de la escudería.

Tanto es así que Sainz es el único motivo por el que Ferrari continúa siendo el segundo mejor constructor. El peor momento de Leclerc ha coincidido con la resurrección de Mercedes, que enlaza dos victorias seguidas, y con el evidente paso atrás de su equipo, que no se reencuentra con las buenas prestaciones del arranque de temporada tras un paquete de mejoras fallido que llevaron a España.

De los cuatro primeros, Ferrari es con diferencia el equipo que menos suma en los últimos cuatro Grandes Premios: 50 puntos. Lo llamativo es que 38 de ellos los ha cosechado el despedido Sainz y sólo 12 el supuesto número uno de la escudería, Leclerc. El monegasco, de hecho, confesó tras la carrera en Gran Bretaña, en la que la horrible estrategia de los suyos con los neumáticos le impidió puntuar después quedarse fuera de la Q3, que lo que está viviendo ahora mismo es «peor que una pesadilla».

Leclerc se vio campeón y Sainz habló en la pista

Los generosos pronósticos de ser campeón del mundo que él mismo elucubró con la emoción de la victoria en su tierra natal se los ha llevado el viento. Su falta de nivel en las últimas carreras han hecho que Ferrari lo apueste todo a Sainz, que habiendo disputado una prueba menos –se perdió por apendicitis el GP de Arabia Saudí–, ha entendido mucho mejor el monoplaza tanto en su versión óptima como en la menos buena con la que se ha quedado rezagado.

McLaren y Mercedes son las dos escuderías que vienen acechando por detrás y Sainz el piloto que sostiene a Ferrari como la principal alternativa a Red Bull a estas alturas de 2024. Aunque parezca mentira viendo los últimos resultados, los de Maranello siguen en la pomada, pero de las dos escuderías a las que resiste, la primera ya está a siete puntos y la segunda a 81, pero con una proyección mucho más alentadora.

Por todo esto, mientras que Leclerc habla de pesadilla y le recrimina adelantamientos a Sainz como el de Montmeló, el español se dedica a seguir pilotando al máximo nivel y erigirse constantemente como candidato al podio, aunque el coche no le acompañe. Además, no le dio vergüenza sacar pecho en Silverstone tras quedar cuarto, afirmando que fue «una de las carreras más sólidas con Ferrari».

Recordemos que esta seriedad que muestra cada fin de semana la hace tratándose de olvidar de la peliaguda situación que atraviesa. Sí, esa que le obliga a no desconectar cuando se baja del vehículo, pues su ocupación pasa a ser centrarse en la búsqueda de un nuevo equipo. A los aficionados españoles ya sólo les queda confiar en que su brillantez sobre el asfalto sea proporcional al interés que despierte entre los grandes equipos de la Fórmula 1