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Superó el coronavirus pero vio de cerca la muerte

El desgarrador testimionio de la mujer de Tabak: «En ese momento prefería morir»

Gorana, esposa de Zan Tabak, relata lo mal que lo pasó debido al coronavirus. "En ese momento prefería morir", reconoce la mujer del ahora entrenador

"No sentí miedo de morir. Pasé por un infierno con este virus, me ahogaba, veía la muerte como una liberación de lo que tengo. Tenía alucinaciones", cuenta

El coronavirus no sólo afecta a las personas mayores o con patologías. Cuando el ‘bicho’ te coge bien puede acabar con quien sea. Muchas personas jóvenes y saludables lo han sufrido en sus carnes, y una de ellas ha sido Gorana, la esposa de Zan Tabak, ex jugador y ahora entrenador de baloncesto. A sus 49 años, es una persona que hace deporte todos los días y está en forma. Pero se infectó y vio de cerca la muerte, tal y como ella cuenta en un testimonio desgarrador.

«No sentí miedo a morir, pasé por un infierno, no podía respirar, me ahogaba. Veía que la muerte me iba a liberar de todo, tenía alucinaciones, veía cosas que no eran reales. Sentí miedo cuando ya pasó todo. El virus me dejó paralizada, solo podía mover la cabeza y los hombros. Me daba más miedo recuperarme y vivir solo moviendo la cabeza… En ese momento, prefería morir. Estuve muy malita», relata Gorana en una entrevista con la Cadena Ser.

Su nueva vida

Ahora está en una especie de fase de rehabilitación: «Estoy mucho mejor, cada día mejorando. He estado unos 19 días entubada, todos los días me bajaban la sedación para ver si los pulmones podían respirar, pero volvían a entubarme. Estuve 32 días en el hospital y 26 en la UCI. Me han dicho que si entreno mucho esto va a ir rápido. Entreno unas 10 horas al día, porque tengo que parar y coger aire para continuar. Ando bastante bien, he perdido muchos kilos y fuerza. Me queda, un par de meses no me los quita nadie… Pero veo mejoría y estoy muy contenta».

Por último, la mujer de Tabak manda un mensaje a la población española: «No son conscientes de lo duro que es, cómo de fácil puedes perder la vida. No tienes que ser muy mayor para que te afecte. En la UCI tenía a gente de 35 y 41 años. Tenemos que ser muy conscientes de lo grave que esta enfermedad».