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Fe Modesta habla

El desgarrador relato de la madre de Mitogo, futbolista desaparecido al que buscan en el río Miño

Preocupación en Galicia y en el mundo del fútbol en general

El futbolista David García Mitogo sigue desaparecido

Desgarradoras palabras de su madre, Fe Modesta

Muere a los 29 años una jugadora de voleibol

Preocupación en Galicia y en el mundo del fútbol en general tras conocerse hace días la desaparición de David García Mitogo, jugador del Atlético Arnoia e internacional absoluto con Guinea Ecuatorial en cinco ocasiones, del que no se sabe nada desde el pasado jueves por la mañana, hace casi una semana. Fe Modesta, la madre del jugador, pide a su hijo que vuelva.

La  mujer viajó desde Francia a Arnoia y sólo espera que le encuentren y esté bien: «Estamos esperando a que nos digan algo, todo el tiempo pendientes, sin poder hacer nada. Si está enfadado por algo, seguro que se puede arreglar. Lo único que quiero es encontrar a mi hijo, un buen chaval, una buena persona, quiero decirle lo mucho que le quiero. Le pido que vuelva a casa. Si está enfadado por algo, seguro que se puede arreglar. Espero que mi hijo no haya hecho algo malo».

Le pide que vuelva

Cuesionada por si había recibido de él algún mensaje preocupante, su madre dijo que no: «Era un chico querido, quería hacer feliz a los demás. Su bienestar dependía de que los demás estuviesen bien. Yo lo vi en marzo y estaba bien». Sin embargo, su hermana sí que recibió un mensaje que sonaba a despedida, de ahí la preocupación en su entorno.

El delantero, que a sus 32 años ha militado en otros clubes como la Ponferradina, Unionistas de Salamanca o Compostela, desapareció el pasado jueves y su teléfono fue encontrado en un puente del río Miño, en el que se centra la búsqueda. La Guardia Civil puso en marcha un operativo y se ha ido intensificando los trabajos, hasta ahora sin éxito. Después de varios días de búsqueda por tierra, mar y aire, las autoridades han incorporado a la investigación cinco nuevos efectivos especialistas que trabajan en el rastreo del río Miño, concretamente tres perros y dos guías caninos.