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El Barça encaja más goles cuando está en el campo

Los datos que desmontan el efecto Cubarsí

El Barcelona promedia más goles encajados cuando Pau Cubarsí está sobre el terreno de juego que cuando juega sin él

A pesar de las expectativas que han generado, los datos desmontan el relato construido en torno a Cubarsí

El Barcelona tiene en Pau Cubarsí a una de las grandes perlas de su cantera. A sus 17 años, el joven jugador se ha convertido en un fijo para Xavi Hernández en el once y es incuestionable que su futuro es muy prometedor. Sin embargo, desde el propio club se ha encumbrado al central, buscando un relato con el que generar una nueva ilusión, tapar la mala temporada del equipo y tratar de justificar la posible venta de Araujo en verano. Y es que los datos desmontan por completo el efecto Cubarsí, puesto que el Barça encaja más goles con él sobre el césped que sin él.

La única nota positiva para los azulgranas esta temporada es la aparición de nuevas joyas procedentes de sus categorías inferiores. Es el único consuelo que les queda tras caer de forma dramática en cuartos de Champions ante el PSG, de las sendas goleadas ante el Girona y de las tres derrotas en los Clásicos contra el Real Madrid, que les llevarán a cerrar el año en blanco. Pero los números destapan que, al contrario de lo que quieren hacer creer, estas irrupciones no están dando un rendimiento mucho mejor al que ya había.

De hecho, en el caso de Cubarsí, el equipo es menos sólido en defensa cuando está que cuando no. El Barcelona encaja más goles en los minutos en los que el canterano se encuentra sobre el campo que cuando no está. La sangría atrás no sólo no se frena, sino que se incrementa en presencia del ya internacional absoluto español.

El Barcelona ha encajado un total de 68 en lo que va de temporada. Destacan goleadas ante el Villarreal (3-5), PSG (1-4), Girona (2-4 y 4-2), Athletic (4-2) o Real Madrid (4-1), además de un empate a tres contra un Granada –penúltimo en Liga– al que no han ganado en ninguno de sus dos enfrentamientos y con el que empataron a tres en Montjuic. En la mayoría de estos partidos, Cubarsí jugó.

En los 1.593 minutos que el joven canterano del Barça ha participado este curso, el Barcelona ha encajado 29 goles. Mientras que los otros 39 goles que han recibido han llegado cuando no estaba, en los 2.847 minutos restantes. Estos datos arrojan que por cada 90 minutos en los que Cubarsí juega, los culés se llevan 1,63 goles, por los 1,23 que les han marcado cuando no ha jugado. Unos datos que son, cuanto menos, reveladores y que desmontan el relato culé montado en torno al futbolista.

El Barça encaja más goles con Cubarsí

El jugador comete errores propios de su juventud en cada partido, aunque en muchas ocasiones han sido tapados por el buen resultado del Barcelona. Sin ir más lejos, ante el Nápoles recibe el MVP como mejor jugador del partido, pero cometió un claro penalti a Osimhen que pasó por alto el colegiado o perdió la marca en ante un cabezazo que pudo poner el empate a dos en el marcador. Los culés acabarían ganando por 3-1.

En los encuentros que ha jugado desde su debut, ha estado sobre el terreno de juego en el citado tanto del Nápoles, los dos que marcó en la prórroga el Athletic en Copa, dos ante el Betis, cuatro de los cinco que marcó el Villarreal en Montjuic, uno del Alavés, los tres del Granada, otro del Celta, los seis de la eliminatoria ante el PSG, los tres que encajaron en el Bernabéu contra el Real Madrid, otros dos contra el Valencia teniendo enorme influencia en ambos y en los cuatro del Girona. A ellos se suman otras siete presencias en las que el Barça no encajó mientras que él estaba sobre el césped.

El relato no es verdad

En total, desde que se produjera el debut de Pau Cubarsí con el primer equipo del Barcelona, el defensa ha jugado 1.593 minutos. Rápido convenció a Xavi Hernández y se hizo con la titularidad y su irrupción ha sido vendida desde el club como uno de los grandes descubrimientos de los últimos años. Sin embargo, esas expectativas no se están correspondiendo con la realidad, como sí que sucede, por ejemplo, con Lamine Yamal.

A esto, se suman errores como los cometidos el pasado fin de semana en Montilivi. Cubarsí influyó en los cuatro goles que marcó el Girona para remontar el partido y llevarse el triunfo, para dejar al Barcelona en tercera posición, poner en riesgo su presencia en la Supercopa y anticipando el alirón del Real Madrid. En el primero, pierde la marca ante Dovbyk; en el segundo, no consigue tapar la línea de pase del ucraniano a Portu; en el tercero, pierde el balón y el Girona monta la contra para adelantarse en el marcador, mientras que en el cuarto le entrega el balón directamente a un rival.

A estos errores se suman el penalti a Lucas Vázquez en el Clásico del Bernabéu o los dos goles del Valencia en Montjuic. En ellos, le ganan la espalda en dos ocasiones. Una de estas acciones acabó con el gol de Hugo Duro tras el fallo de Ter Stegen y la otra con el penalti de Araujo a Peter Federico para evitar su disparo.