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Champions League: Ajax - Real Madrid

Cuatro detenidos en el hotel del Real Madrid por lanzar fuegos artificiales a las dos de la madrugada

La policía holandesa ha detenido esta madrugada a cuatro hinchas ultras del Ajax por lanzar fuegos artificiales y petardos en el hotel del Real Madrid. Todo comenzó en torno a las dos de la madrugada y las detenciones se produjeron sobre las cuatro de la madrugada

La policía holandesa ha detenido esta madrugada a cuatro hinchas ultras del Ajax por lanzar fuegos artificiales y petardos en el hotel del Real Madrid. Al igual que les sucedió a los blancos el curso pasado en París, los seguidores holandeses se desplazaron hasta el lugar de concentración del conjunto madridista para intentar que no pudieran descansar bien en la noche previa al partido de ida de los octavos de final en el Johan Cruyff Arena entre holandeses y españoles.

Todo comenzó en torno a las dos de la madrugada. Los seguidores del Ajax empezaron a lanzar fuegos artificiales en la puerta del hotel donde descansaban los jugadores del Real Madrid. El personal del establecimiento y los servicios de seguridad del club blanco denunciaron los hechos. Dos horas más tarde del inicio de los incidentes, sobre las cuatro de la madrugada, se produjeron las detenciones.

Aunque los trabajadores del hotel llamaron enseguida a la policía, que se desplazó hasta el lugar pero tardaron una hora y media en despejar la zona. La seguridad del Real Madrid, que ayudó a los servicios policiales holandeses, consiguió retener a cuatro ultras para que se los llevaran detenidos. Según informa el diario holandés De Telegraaf los responsables de estos incidentes pertenecen al sector más radical de la afición del Ajax.

Aquello se parecía más a Valencia en fallas que a Amsterdam. Tanto petardo y fuegos artificiales recordaron a esos espectáculos pirotécnicos que se dan en la capital del Turia durante las primeras semanas del mes de marzo. El ruido consiguió despertar a los jugadores del Real Madrid, que apenas han podido descansar como ya les sucedió en París cuando los ultras franceses se plantaron delante de su hotel para impedir su descanso.