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CHAMPIONS: REAL MADRID VS WOLFSBURGO

Cristiano Ronaldo protagonizó el partido perfecto

Cristiano Ronaldo volvió a dar una nueva lección de fútbol y ambición en el momento justo. El ‘7’ blanco logró un estratosférico hat trick para dar la victoria al Real Madrid por 3-0 frente al Wolfsburgo y firmar el pase a las semifinales de la Champions League. En un encuentro en el que el equipo merengue no se distinguió por su virtuosismo en el juego, Ronaldo dotó de pegada e intimidación un partido que será recordado como uno de los mejores de su carrera.

El astro portugués saltó al campo consciente de que su equipo le necesitaba para remontar el 2-0 de la ida con el que el Wolfsburgo llegaba al Santiago Bernabéu. Concentración con el himno de la Champions League, guiño a la cámara tras el saludo de ambos conjuntos y pitido inicial de un encuentro en el que terminaría rondando la perfección.

Comenzó, como es habitual, en banda izquierda, pero pronto fue pisando zonas centrales para tratar de evitar la escasez de juego entre líneas, uno de los dolores de cabeza del Real Madrid de Zinedine Zidane. El astro luso combinó con sus compañeros de delantera y también con Dani Carvajal, que en el minuto 16 le buscaría con un centro que, no exento de suerte, llegaría al máximo goleador de la edición de la Champions para anotar el primer gol de la remontada.

CR7: dos goles en dos minutos

La ambición sobrenatural siempre ha acompañado a Ronaldo para lo bueno y para lo malo. Solo 90 segundos después de anotar el tanto que abría la lata del partido, y con Carvajal de nuevo como puñal por la banda, el Real Madrid lograba un saque de esquina sinónimo de peligro.

Toni Kroos, posiblemente el mejor lanzador de esquina, al saque, Cristiano Ronaldo, el máximo artillero de Europa, en busca del balón. Esta relación solo podía acabar en gol, a pesar de que no se hubieran cumplido dos minutos desde su primer tanto, a pesar de lo difícil que es remontar dos goles en una eliminatoria europea, Cristiano y su mentalidad están por encima de todo. 2-0.

Aun con los intentos de la BBC por seguir sumando goles que consolidaran la remontada, el Real Madrid se iba al descanso dejando viva a su presa, y el Wolfsburgo, aunque tocado, consciente de que le quedaba una carta para pasar a semifinales. El equipo alemán se mantuvo – ya en el segundo tiempo – en el encuentro a base de intensidad y un gran Luiz Gustavo, que en varias ocasiones frenó las internadas de Cristiano Ronaldo, insistente en el desmarque y el remate desde posiciones de delantero centro, dejando a Benzema la banda izquierda.

El tercero para soñar con la Undécima

Una falta provocada por el propio jugador portugués tuvo como respuesta la barrera de jugadores azulones del Wolfsburgo que impedía a Ronaldo anotar su hat trick, pero que en cambio pareció, por su gesto, descubrir cuál era la fórmula para derribar el muro germano. Con la ayuda de Luka Modric, que recibió una patada de Luiz Gustavo a pocos metros del área, y de Keylor Navas, que se acercó raudo y veloz al luso para comentarle algo sobre el lanzamiento, Cristiano consiguió anotar su tercer gol para darle las llaves de la eliminatoria al Real Madrid. Un golpeo seco, aprovechando las grietas de la barrera, para la sexta semifinal consecutiva del tres veces Balón de Oro.

Por si fuera poco, tras culminar la remontada con tres goles en un día en el que el juego no acompañó al Real Madrid, Ronaldo se encargó de custodiar el pase de los blancos a semifinales con esfuerzo y valentía. Pidió todos los balones hasta el final del partido y corrió detrás de quien hiciera falta para ayudar al equipo. Tres recuperaciones de balón y cuatro duelos aéreos le respaldan. El ‘7’ bajó al barro tras ascender a la gloria para dar al Real Madrid la oportunidad de soñar con la Undécima, al menos unas semanas más.