Baskonia será el rival del Real Madrid en semifinales
El Real Madrid ya tiene rival en las semifinales de la Copa del Rey de baloncesto 2017. Los de Laso hicieron los deberes ante MoraBanc Andorra (99-93), al igual que el anfitrión Baskonia hizo contra Iberostar Tenerife en los cuartos de final (91-80).
Los canarios plantaron toda la batalla que prometían como segundos clasificados de la Liga Endesa, pero que acabó rendido al talento de Shane Larkin. El base estadounidense fue nombrado MVP del partido tras una actuación espectacular (26 puntos, 8 asistencias, 34 de valoración) que alcanzó su sublimación en el último cuarto, cuando anotó 17 tantos en 10 minutos. Demasiado para un Iberostar que siempre fue a remolque pero nunca se rindió de la mano de Marius Grigonis (23) y Georgios Bogris (18).
Cuatro años después, la Copa volvía al Fernando Buesa y se abría con partido del anfitrión, así que razones sobraban para que la afición vitoriana empujara a su equipo desde que la primera pelota del torneo se puso en juego.
Y el Baskonia lo agradeció a martillazos desde el perímetro, con cuatro triples en apenas ocho minutos que sirvieron para achantar al Iberostar Tenerife, incapaz de frenar un parcial de 11-0 que le puso la eliminatoria complicada desde el principio (18-10).
Con el tobillo plenamente recuperado, Larkin volvía loca a la defensa canaria y abría tiros liberados a su compañeros, que convertían sus regalos en puntos. Los más beneficiados, Adam Hanga y Kim Tillie, que se combinaron para sumar 15 puntos en un primer parcial inapelable en la valoración de uno y otro equipo (31-14).
Pero Txus Vidorreta no ha convertido a su equipo en la sorpresa del año por casualidad. Aprovechando los minutos de descanso para Larkin y Hanga, la mejor defensa de la Liga empezó a carburar, ahogando el ataque dirigido con menos fluidez por Nico Laprovittola, y Bogris, sostén de su equipo con 10 puntos en los 15 primeros minutos, dirigía la rebelión del Tenerife (31-28, min.25).
Pero no aparecía Doornekamp y el Baskonia empezaba a dominar la batalla por el rebote (22-11 al descanso) y a aprovechar las escasas ocasiones en que podía prodigarse al contraataque. Gritaba la hinchada alavesa y volvían a responder sus ídolos con el segundo arreón de la tarde, un parcial de 10-0 que fijaba la máxima renta antes del descanso (43-31).
Empezó extraña la segunda parte, con una falta antideportiva de Ilimane Diop que dio alas al equipo canario. Se conectaba al encuentro Doonerkamp con un triple, pero sobre todo Grigonis, enorme en la facturación de sus propias jugadas. El lituano se bastaba para dejar a su equipo al borde de la remontada (55-53).
Todavía no había empezado el ‘show Larkin’, esa ambrosía estaba reservada al último cuarto, y eran Tillie y Budinger los encargados de que el Baskonia nunca llegara a perder la ventaja en el tercer cuarto. En cuanto podían correr, a los pupilos de Sito Alonso se les salían las sonrisas de la cara y los puntos de las manos.
Con todo, a falta del último cuarto aún estaba vivo el partido (61-55), claro que los aurinegros, que recuperaban a su capitán Nico Richotti tras superar su grave lesión, no contaban con la irrupción de Larkin, al que no preocupó en absoluto que su socio habitual, Hanga, cometiera la cuarta falta y se fuera al banquillo con ocho minutos por disputar.
El base de Cincinnati paró el contador de asistencias y apretó a fondo el de anotación. De todos los colores: penetraciones salvajes, un triple cayendo al suelo, ahora el ‘2+1’ en escorzo, tiros libres… Una danza con aroma a NBA, esa liga donde ya demostró que es un base sensacional, que ya no pudo bailar la mejor defensa del baloncesto español (78-68, min.36). De nada sirvió ya la fe de Grigonis ni la entrega de Bogris. El anfitrión estaba en semifinales. Ahora se medirán al Real Madrid el sábado a las 18:30 horas.