QUINTO PARTIDO CONSECUTIVO SIN GANAR

El City de Guardiola alarga su crisis con un pobre empate en casa

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Guardiola protesta en el transcurso del Manchester City-Southampton. (Getty)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

No corren buenos tiempos para Pep Guardiola. El técnico catalán vio como su equipo, el Manchester City, con un proyecto llamado a reinar en Inglaterra y Europa, sumó su quinto partido seguido sin ganar al firmar tablas (1-1) frente al Southampton en el Etihad Stadium, donde los citizen necesitaron incluso de remontar el tempranero gol de Redmond.

Guardiola volvió a experimentar cambios en su once inicial tanto en materia de jugadores como de sistema, empleando una especie de 3-2-4-1 en el que los teóricos carrileros, Sané y Sterling, estaban a la altura de los mediapuntas del equipo. Esta medida no le salió bien al de Santpedor, que veía como, pasados 22 minutos de partido, el Southampton, mucho más limitado, aunque también ordenado y capaz de dañar a muchos de los grandes de la Premier, se adelantaba en el marcador con un tanto de Redmond que volvía a destapar las carencias defensivas de John Stones.

El propio central británico lograba empatar el partido en una jugada a balón parado, pero el colegiado del encuentro, Mark Clattenburg, anulaba de inmediato el tanto y con ello la primera piedra de la remontada del City.  Así se llegó al descanso, que trajo el primer cambio del encuentro, con De Bruyne como sacrificado para dar entrada a Iheanacho, un joven de 20 años que se está convirtiendo en una de las mejores noticias de Guardiola desde su llegada a Manchester.

El nigeriano, que no va sobrado de técnica pero tiene intensidad y olfato de gol para repartir, comenzó a dibujar movimientos que Agüero no había podido lograr en su regreso a la titularidad después de la presencia en el Camp Nou. En el minuto 54 llegaba el tanto de Iheanacho, que se anticipó a su marca como si fuera un perro viejo para convertir el pase de Sané en asistencia de gol. Lo más difícil ya estaba logrado, pero el segundo gol tardaba en llegar debido a las largas posesiones propuestas por Guardiola, que restaron elementos intimatorios a un equipo que comenzaba a ver como asomaba el quinto pinchazo consecutivo.

La gran labor de la defensa del Southampton, con la ayuda inestimable de un muro llamado Oriol Romeu, negó una y otra vez el gol del City en un partido, terminado en tablas, que vuelve a sacar a relucir la crisis que atraviesan Guardiola y los suyos. Y el miércoles llega Mourinho para –tratar de– seguir haciendo sangre.

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