Las cinco claves del nuevo Madrid de Solari
Santiago Solari debutó como entrenador del Real Madrid en Melilla y cambió varias cosas respecto al equipo de Julen Lopetegui
Crónica: Vinicius levanta a un muerto
Entrenador nuevo, vida nueva. El Real Madrid abrió este miércoles en Melilla una nueva etapa, aún se desconoce por cuanto tiempo, en la que Santiago Solari es el líder en el banquillo tras los acontecimientos ocurridos en los últimos días, con el despido de Julen Lopetegui y el ascenso del técnico argentino.
Con la victoria del Real Madrid en la ciudad autónoma en el encuentro de ida de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, los blancos no solo recuperaron las buenas sensaciones, los goles y la victoria, sino que también se vio a un equipo diferente respecto al que se vio hasta el domingo con Lopetegui al frente del equipo.
Nuevo dibujo
Solari apostó por un 4-2-3-1 de táctica, con Vinicius a banda, Lucas en la otra, Asensio con libertad de movimientos desde la figura de mediapunta y dos laterales con largo recorrido, especialmente Odriozola (suplente con Lopetegui), que dio dos asistencias y marcó un gol, y con movimientos continuos. El Madrid con Solari ha cambiado de esquema tras el 4-3-3 fijo de Julen.
Asensio por el centro
Ausente en gran parte de esta temporada, especialmente en el último mes coincidiendo con la crisis del Real Madrid, Marco Asensio volvió a reencontrase con las buenas sensaciones con un gol y un buen partido. Si bien el encuentro ante el Melilla no es un juicio real, el mallorquín recuperó ilusión y alegría (dos términos que utilizó después Solari). Estuvo activo, con libertad de movimientos y dominando el centro del campo.
Protagonismo para Vinicius
La gran diferencia con Lopetegui. Vinicius con Julen no contaba, directamente era apartado a la grada sin estar ni en el banquillo, y ahora fue titular en el primer partido con Solari, que ya le tuvo en el Castilla. Y el partido del brasileño fue exquisito y revolucionario. No marcó, pero asistió (exquisitez con el exterior para regalar el gol a Asensio), remató al larguero, se inventó una rabona, dio varios tacones y estuvo siempre pidiendo el balón. Fue un ciclón ordenado. El brasileño gritó que él está preparado para el reto del primer equipo.
Confianza en Odriozola
Otro de los casos dignos de estudio de Lopetegui. Él le convocó para el Mundial, pero en el Real Madrid apenas contó con él. Antes que a Odriozola, lateral derecho, puso a Nacho (que aunque sea polivalente es más central) y a Lucas Vázquez, al que retrasó al lateral antes que al internacional español. El exjugador de la Real Sociedad fue el mejor en el Álvarez Claro de Melilla: dos asistencias, un gol y continuamente activo, corriendo la banda y creando peligro. Sus centros siempre llevaron peligro.
Gol recuperado
Fue un rival de Segunda B, pero siempre es importante tener gol. Y más en un equipo al que le faltaba de forma alarmante en los últimos tiempos. El Madrid marcó cuatro goles en Melilla (pudieron ser más) y se desquitó de una racha pésima que le llevó a la peor racha negativa de la historia sin marcar. En el primer partido de Solari, cuatro goles, olvidado esa época negra sin gol y a confiar en que los goles seguirán llegando en los partidos importantes ante Real Valladolid, Viktoria Plzen y Celta de Vigo.
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