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Cardenal contrató a la seguridad del Madrid Arena 13 días después de la tragedia

  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Mientras familiares y amigos de las cinco chicas fallecidas vivían sus momentos más álgidos de dolor, mientras la sociedad española vivía con el corazón en un puño entre el estupor y la rabia, y mientras la investigación judicial intentaba hallar explicaciones a la tragedia, Miguel Cardenal tuvo la falta de sensibilidad, de tacto y hasta de oportunidad política de contratar a la empresa que se encargaba de vigilar el Madrid Arena la noche de la tragedia.

Cardenal firmó el 13 de noviembre una resolución por la que Seguriber SL se adjudicaba un contrato público por valor de cerca de dos millones de euros –1.782.533 euros y 28 céntimospor custodiar las instalaciones del CSD en sus dos sedes de Madrid, la de la Ciudad Universitaria, en la calle Martín Fierro, y la de la calle Ferraz.

El BOE que refleja la adjudicación.

La elección del organismo de Cardenal, dependiente entonces del ministro José Ignacio Wert, se publicó en el BOE el 31 de enero de 2013, aunque la resolución fue firmada el 28 de diciembre de 2012, con arreglo al acuerdo promovido por el propio Cardenal el 13 de noviembre. No habían pasado ni dos semanas de la tragedia del Madrid Arena.

Al presidente del CSD le dio igual que tres miembros de Seguriber estuvieran imputados en el caso Madrid Arena, Cardenal se limitó a aplicar como un autómata los criterios que exigía el acta de formalización.

La sensibilidad hacia las víctimas de la tragedia y sus familias poco tenía que hacer ante hechos tan apabullantes como que Seguriber «presenta un plan de inspecciones bastante detallado y adecuado al servicio”, o que “su oferta económicamente es la más ventajosa” o que, cuando pasaran los dos años de duración del contrato, la empresa dejaría “a beneficio del CSD” un videograbador digital, un monitor de 21 pulgadas y una cámara digital, según se cita textualmente en el documento de adjudicación del contrato del 13 de noviembre de 2012.

Para Cardenal, tenía más valor que el CSD pudiera quedarse con estos tres aparatos electrónicos que mostrar un poco de sensibilidad hacia las familias y amigos de las cinco chicas que habían perdido la vida en la trágica fiesta de Halloween, unos días antes de que firmara la adjudicación a Seguriber.