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Atlético de Madrid

El Atlético no renuncia a Griezmann y Mariano

Planteará una última oferta a Barcelona y Real Madrid porque son los jugadores que quiere Simeone

El serbio Vlahovic es la alternativa, pero algunos aspectos no convencen al Cholo

Se sigue trabajando en la salida de Saúl, sin opciones en el centro del campo

El Atlético sigue sin descartar a Antoine Griezmann y Mariano Díaz porque son los dos objetivos originales de Simeone y así se lo ha hecho saber a la directiva. El club planteará una última oferta a Barcelona y Real Madrid y si la respuesta es negativa se lanzará a por el serbio Dusan Vlahovic, aunque hay aspectos de este jugador que no acaban de convencer al Cholo.

Vlahovic es un zurdo cerrado, apenas maneja la pierna derecha, no va bien de cabeza pese a que supera el 1,90 de estatura y, lo peor, su capacidad de sacrificio defensivo es limitada. Es cierto que el entrenador argentino puede reconvertirle, como de hecho hizo con el propio Griezmann, pero pagar 70 millones de euros, que es lo que pide la Fiorentina, por un delantero centro que en principio va a ser suplente de Luis Suárez, por mucha proyección que tenga a sus 21 años, no parece un movimiento demasiado inteligente. Eso sí, Andrea Berta es su principal valedor, avalado por el éxito que tuvo en el fichaje de Savic, que también llegó de la Fiorentina. A todo esto, el club continúa trabajando en la salida de Saúl, sin opciones en el actual centro del campo.

El Atlético sigue pensando que es posible sacar a Griezmann del Barcelona este verano pese que en el Camp Nou afirman que es el relevo de Messi. Esa es la versión oficial, pero en el Metropolitano saben que mucha parte de la afición azulgrana culpa al francés de la salida del argentino y saben también que Antoine no resiste la comparación con la pulga (ni él ni ningún jugador del mundo). Y, sobre todo, saben que la situación económica sigue siendo desesperada en el Barça y la salida de Griezmann podría ser la solución. No es fácil, pero el Atlético no va a dejar de intentarlo.

Mariano es complicado

El caso de Mariano es diferente. El Madrid quiere deshacerse de él porque no entra en los planes de Ancelotti y porque su salario es muy alto. Cualquier club que llegara con una oferta por él sería recibido con una alfombra roja. Cualquiera…menos el Atlético de Madrid. Florentino no quiere repetir la mala experiencia que tuvo con Marcos Llorente, menos aún tratándose de un delantero, y se resiste con uñas y dientes a dejarlo salir. La situación es parecida a la que se produjo hace dos años con el colombiano James Rodríguez. Entonces acabó yéndose al Everton cuando ya lo tenía todo solucionado con el Atlético. ¿Sucederá ahora lo mismo?

La opción B es Dusan Vlahovic, considerado a sus 21 años uno de los delanteros más prometedores de Europa. Sin embargo su cotización es de 70 millones y presenta varios lunes que le dejan serias dudas al Cholo. ¿Pagar 70 millones por un jugador que sólo puede actuar como delantero centro y que en cualquier caso será esta temporada suplente de Luis Suárez? Es difícil de asimilar. El Atlético trabaja además en un plan físico muy especial con el uruguayo porque se quiere intentar renovarle un año más. Suárez ha llegado muy fino tras el verano y con muchas ganas. Sin duda será titular indiscutible.

Rafa Mir en la recámara

Rafa Mir sigue en la recámara. En cuanto el Atlético dé el paso le fichará. Su papel sería claramente el de suplente del uruguayo, pero en el club no le ven a medio plazo como su sustituto. Por eso prefieren a Mariano, cuyas condiciones tienen encandilado al Cholo. Simeone cree que Mariano podría dar el salto a la titularidad cuando acabe la etapa de Suárez. En cambio considera que es casi imposible que Rafa Mir adopte ese papel. Ahí está la gran diferencia. Por eso el club se resiste a dar por perdido al delantero con ascendencia dominicana.

Queda por último el caso de Saúl Ñíguez. El centrocampista alicantino no tiene sitio en el equipo y lo sabe. Koke, Llorente, De Paul e incluso Kondogbia y Herrera están por delante. Hoy en día su papel es residual y esa situación no es compatible con un salario de siete millones de euros netos. Hay que darle salida y en eso se está trabajando. Quedan días todavía para que se cierre el mercado y ninguna de las dos partes pierde la esperanza de que se llegue a una solución, aunque sea en modo de cesión. Lo que sea para que el jugador no siga devaluándose y para restarle al límite salarial siete millones de euros netos, que no son precisamente moco de pavo.