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PRIMERA DIVISIÓN / JORNADA 15

El Atlético despierta demasiado tarde

Un gol de Joao decide el duelo de Montjuic, con una parte para cada equipo

El Barça pudo golear en la primera parte, pero luego Iñaki Peña evitó el empate

Simeone y Griezmann siguen malditos en territorio azulgrana

El Atlético despierta demasiado tarde y paga con la derrota su peor primera parte de la temporada. Joao le pasa cuentas a Simeone con un gol decisivo e Iñaki Peña, sustituto de Ter Stegen, salva los muebles en la recta final de un partido dividido en dos de 45 minutos, uno para cada equipo. El Barça mereció más en el primer acto, pero los rojiblancos regresan a Madrid con la sensación de haberse quedado con la miel en los labios en una noche en la que Griezmann fue uno más y en la que Memphis demostró que si está sano está muy por encima de Morata. Lástima que tuviera tan pocos minutos. Lástima que en el descuento decidiera ser generoso en el área y no utilizara el cañón que tiene en su pierna derecha, aunque lo que hubiera pasado pertenecerá para siempre al terreno de la especulación.

El Atlético utilizó su primera posición para enaltecer su nueva filosofía y se pasó casi un minuto moviendo el balón de un lado a otro. No sólo no consiguió llevarlo a ninguna posición útil, sino que lo perdió dos veces en zonas prohibidas. En la primera Rapinha no supo resolver en el área, en la segunda Hermoso se adelantó in extremis a Lewandowski. Los gritos de Simeone llegaron hasta Las Ramblas, pero para su desesperación nadie le hizo caso. En la montaña mágica de Montjuic se acababa de delatar la esencia de lo que sería una primera parte de monólogo para unos y de sumisión para otros.

Resuelto el primer estropicio, el combate se trasladó a la otra área. Llorente buscó de tacón a Nahuel y Araujo se cruzó antes de que llegara el argentino, al que no le dio tiempo a volver a su área para evitar la siguiente ocasión azulgrana. Oblak se quedó clavado bajo los palos y Lewandowski, que no advirtió las dudas del portero, cabeceó mal cuando hubiera tenido tiempo de amortiguar el balón y rematar a placer. Nelson Vivas tuvo que sujetar al Cholo, que no entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando en su defensa. A los 12 minutos, con el Atlético totalmente superado, Lewandowski mandó fuera un pase desde la derecha de Koundé. Al paso por el primer cuarto de hora el 0-0 era un tesoro al que los rojiblancos se aferraban como clavo ardiendo, pero que no pudieron mantener ya demasiado tiempo más.

Gol de Joao

Por un momento pareció que al Barcelona se le apagaba el fuego, pero en realidad estaba sólo tomándose un respiro a la espera de ejecutar a un enemigo que seguía sin reaccionar y que carecía de recursos para frenar  a la banda derecha azulgrana, donde Koundé y Rapinha podían con un Riquelme sobrepasado. Sin embargo, el partido se decidió justo en el flanco contrario, donde no parecía haber peligro real. A los 29 minutos Giménez salió muy mal a la presión sobre Pedri, Nahuel se dejó anticipar por Joao y el portugués se aprovechó por último de la lentitud de Oblak en la salida para picar con la izquierda por encima del esloveno. El 1-0 fue un aguijón en el corazón rojibanco. No hay peor cuña que la del propio palo. El menino había pasado desapercibido hasta ese momento, pero le bastó aparecer una vez para darle la vuelta a todo.

Al Atlético el plan se le hizo trizas y eso le obligó a abandonar su papel de comparsa para asumir un protagonismo que había tratado de eludir. Sin embargo, más allá de una arrancada de Llorente que acabó con un disparo de Griezmann que De Jong mandó a córner, ni se le vio por las cercanías un Iñaki Peña sorprendentemente inédito. En cambio, a Oblak se le exigió lo mejor de su repertorio para evitar el 2-0 tras un punterazo de Joao en el área pequeña. El 1-0 con el que los dos se fueron al descanso era el reflejo verde de la esperanza en el fondo de la caja de Pandora para los de Simeone en su peor versión de la temporada. Era necesario un cambio radical para, por lo menos, presentar batalla.

Simeone mueve ficha

Simeone debió sentir la sensación de cambiar a los once jugadores en el descanso, pero el reglamento le obligó a conformarse con tres. Correa, Azpilicueta y Lino pisaron Montjuic y por un instante pareció que la marea cambiaba de dirección, pero fue sólo un pequeño oleaje porque el Barça no tardó en volver a reclamar el balón. A los 57 minutos Rapinha se fue por fuerza y disparó a la base del poste. Respondió Griezmann con un zurdazo al lateral de la red, pero era necesario mucho más para entrar en el partido y el Cholo no quiso esperar más. Saúl y Memphis agotaron el cupo de cambios con casi media hora por delante.

El holandés es tan bueno si está sano que le bastó con recibir dos balones para demostrar que tiene más recursos que Morata. Araujo empezó a tener problemas y el Atlético intuyó por primera vez que podía tener una oportunidad porque al Barcelona empezó a faltarle el oxígeno. Xavi no tardó en reaccionar y mandó a sus dos extremos al banquillo. Lamine Jamal y Ferran aparecieron para darle otra dimensión a la delantera azulgrana con el último cuarto de hora del tiempo reglamentario recién cumplido.

Fue entonces cuando el Atlético tuvo en su mano el empate. A los 80 minutos Memphis botó una falta directa a la escuadra, pero Iñaki Peña surgió de entre las sombras para meter una mano milagrosa y mandar el balón a impactarse contra el travesaño para desesperación de Simeone, que ya había empezado a correr para celebrar el empate.

El partido acabó en el área del Barça, que sufrió como no lo había hecho en toda la noche, pero se mantuvo ileso porque al Atlético le faltó pólvora en una acción en la que Memphis fue demasiado generoso y en otra en la que Correa disparó al cuerpo del portero. Sánchez Martínez también puso lo suyo conformándose sólo con cuatro minutos de alargue. El partido acabó decidiéndose con el solitario gol de Joao que aleja a los de Simeone de la cabeza y que mantiene a los de Xavi en la pelea, aunque a cuatro puntos de los líderes.