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Gulfstream G200 valorado en 22 millones

Así es, desde dentro, el jet privado de CR7 en el que Georgina y sus hijos han viajado a Manchester

Georgina Rodríguez, pareja de Cristiano Ronaldo, y sus hijos, ya están en tierras británicas tras volar en el jet privado del portugués desde Faro a Manchester

Así es, desde dentro y con todo lujo de detalles, el Gulfstream G200 valorado en 22 millones del luso

Georgina Rodríguez ya está en Manchester. Tras su presencia en el Festival de Venecia, la pareja de Cristiano Ronaldo se encontró con sus hijos y viajaron desde Faro (Portugal) a tierras británicas en el avión privado del futbolista luso. La modelo publicó una foto en sus redes de su llegada, donde le esperaban varios trabajadores del United y personal de seguridad para que se trasladara a su nueva casa con los pequeños.

Volviendo al viaje en sí, todos ellos lo hicieron muy cómodamente el jet personal del astro portugués, un Gulfstream G200 valorado en unos 22 millones de euros. Un avión que alcanza la friolera de 900 kilómetros por hora y que tiene todo tipo de detalles. CR7  lo compró en el año 2015, cuando todavía era jugador del Real Madrid, y desde entonces ha publicado numerosas fotos suyas y de su familia en el interior del jet, sobre todo cuando se va de vacaciones o cuando tiene que viajar a otro país para acudir a alguna gala o acto publicitario.

Suelen viajar en él

Muy probablemente, tras su participación en esta ventana FIFA con Portugal, Cristiano Ronaldo también utilizará su avión para volar a Mánchester. Originalmente llamado Astra Galaxy, el G200 es un exclusivo jet ideal para vuelos rápidos y con capacidad para diez pasajeros. Tras su primer vuelo en 1997 consiguió la certificación de las agencias de aviación estadounidenses e israelíes en 1998, y se puso a la venta en 1999. Un jet del que sólo se fabricaron 250 unidades, lo que demuestra la exclusividad del mismo.

Obviamente, si está valorado en 22 millones de euros es porque dispone de todo tipo de comodidades y lujos. Es espacioso, tiene Wi-Fi, teléfono, fax, horno eléctrico, microondas, nevera, un sistema de entretenimiento, una cama… En definitiva, un lujo del que muy pocas personas en el mundo pueden presumir y del que el jugador portugués y su familia disfrutan habitualmente para desplazarse con intimidad y comodidad entre países.