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Las casas de apuestas creen en la remontada del McLaren-Honda de Alonso

A carcajada limpia, maliciosa, se regodean los enemigos de Alonso, McLaren y Honda. La diversión que otorga al mediocre ver a las leyendas del deporte enredados en el fango de la derrota fruto, eso sí, de complejas decisiones tomadas con cierta inoportunidad. La de abandonar Ferrari persigue a Fernando Alonso como un espectro inventado por la opinión pública del que él, realmente, no se ve afectado. Como le pasará a Michael Keaton en Birdman, despegarse de su teórico álter ego está siendo más turbio de lo esperado.

Porque para vencer a Mercedes hay que hacer cosas diferentes. Por eso optó por un proyecto suicida pero ilusionante llamado McLaren-Honda. Un proyecto que, como no se ha cansado de repetir una y otra vez, pone sus vistas más allá de lo que el impaciente aficionado espera. Esto es Fórmula 1, y aquí, una décima o dos valen millones de euros y más de una noche sin dormir. Y precisamente McLaren y Honda se han dejado algún que otro ‘chavo’ y cientos de horas en otorgarle a Fernando Alonso un coche para volver a, por lo menos, darse de codazos por el Mundial. Si no es en 2016 será en 2017. Y si no, será más tarde. En boca de Ron Dennis: “Vamos a ganar de nuevo, vamos a dominar de nuevo, y lo haremos juntos, con Fernando”.

Ferrari, Mercedes y Red Bull, por harta tontería que pueda parecer, no las tienen todas consigo ante el potencial que pueden destapar Honda y McLaren en 2016…y sobre todo en 2017. No son los únicos que se suben al hasta ahora ‘carro mato’ británico-japonés: las apuestas hablan de Fernando Alonso como 6º favorito al título final que, salvo milagro divino, se teñirá del plateado Mercedes.

Alonso, 6º favorito al título

Las casas de apuestas tienen definido su particular podio. Que el Mundial lo gane Lewis Hamilton es tan factible como que Urdangarin acabe entre rejas: se paga a 1,75€ por euro apostado. Le sigue de lejos, como toda la temporada, su compañero y ex amigo Nico Rosberg: 4,80€ por euro apostado. La foto en el cajón la completa Sebastian Vettel, cerca de su paisano, a 5€ por euro apostado. Raikkonen a 44€, Ricciardo a 67€ y Alonso, por increíble que pueda parecer, es el 6º favorito con una cuota de 75€ por euro apostado. Bottas, con su Williams catapultado por la unidad de potencia bávara, está por detrás del astur con 114€ por euro apostado.

Lewis Hamilton observa con inquietud a Fernando Alonso.

Menos es nada visto los visto en 2015. Como la presencia del nigromante en El Señor de los Anillos, algo se empieza a mover por la Tierra Media formulera: Damon Hill, Adrian Newey, Mercedes, Ferrari y ahora las casas de apuestas. Son muchas las voces que están advirtiendo del potencial de McLaren-Honda, ese equipo que a ojos del mundo sigue pareciendo un Manor disfrazado de negro. Ese mundo que se olvida del sobresaliente paso por curva del MP4-30, similar al de Mercedes o Ferrari en 2015. Pero eso, por desgracia, no interesa ser leído.

Los 2,5 segundos que les separan de la cabeza se encuentran perdidos, primordialmente, en la pequeña unidad motriz ‘made in Japan’ que en 2015 sólo podía pensar en GP2. Son 240 CV menos con los que Button y Alonso afrontaban cada recta del Mundial donde marchaban como si fuera el Drivers Parade. Esa misma potencia perdida parece haber sido hallada por los cuestionados japoneses aunque, en esta ocasión, Arai opta por guardarse el humo para ambientar algún potencial podio.

Peter Prodromou, díscipulo del gurú aerodinámico Adrian Newey, es el descodificador del intrincado posible éxito. Todavía por licenciarse como Honoris Causa en esto de la F1, su reputación depende de fraguar una obra de arte del poderoso horno del MTC para 2016. El diseño del monoplaza tendrá su rubrica mientras en Honda esperan que el cubículo destinado a su motor sea mayor al otorgado la pasada temporada. Como cantarían en La Gozadera: la cosa está bien dura entre ambos. El concepto size zero car es innegociable para los de Woking, que ven en él un futuro próspero todavía no divisado en costa. Honda exige algún centímetro más para que su desdichado ERS respire sin asma. Y es que, citando a Aristóteles, en el término medio está la virtud. Condenados a entenderse para, de una vez para siempre, matar al Birdman de Manarello que persigue, o eso dicen, a Fernando Alonso.