Andorra, un sueño para el esquí
Los amantes del esquí suelen encontrar problemas para practicar con máxima comodidad su deporte favorito en España. Cualquier aficionado puede dar testimonio de las aglomeraciones en múltiples pistas, de la baja calidad de la nieve en muchas épocas e incluso del escaso cuidado de determinados lugares. Muchos optan por marcharse a destinos lejanos como los Alpes para intentar evitar estos inconvenientes, aunque la cartera no da a todos los públicos, puesto que sólo calzarse las botas es un lujo caro. Es por ello que Andorra emerge como la opción más sólida para aquellos que quieren ponderar la nieve de calidad con un precio ajustado.
Si por algo destaca el Principado son por los más de 200 kilómetros que encontraremos en su estación presidencial, Grandvalira, apta para todos los públicos y niveles de esquiador. El más novato podrá probar sus dotes, mientras que los más expertos podrán disfrutar de un catálogo de pistas rojas y negras que dejarán más que saciadas sus ganas de esquiar. La recomendación, ya sea experto o novato, es permanecer un mínimo de tres o cuatro días intentando evitar los fines de semana por el gran número de visitantes, aunque no se crean que aquí nos encontraremos con los atascos de Valdesquí por poner un ejemplo palpable. A través de esquiades.com es muy sencillo hacer estos tramites para esquiar sin ninguna preocupación. Su personal te ayudará en todo momento a combinar alojamientos a la carta con ofertas de esquí en invierno y deportes de aventura en verano.
Andorra disfruta de una calidad de nieve que nada tiene que envidiar a las mejores estaciones de Europa y dispone de seis accesos distintos con un parking en la puerta de cada uno de ellos y gratuito. ¿Se imaginan algo así en España? Si por algo se distingue Grandvalira es por el gran ambiente de esquí que se vive allí unido a la multitud de ofertas gastronómicas que se pueden degustar en las pistas. Desde una comida romántica, pasando por una paella o un pub con música a la última en medio de una pista verde. Cualquier cosa es posible allí.
Además, hay mucha vida fuera de las pistas. La ciudad de Andorra La Vella dispone de multitud de posibilidades para el ocio como múltiples tiendas, bares u hostelería. Nosotros recomendamos la fórmula de escoger la media pensión en el establecimiento al que asistan –en nuestro caso fue el hotel Mola Park, de la cadena Atiram– haciendo hincapié en un buen desayuno y en la cena a la carta que ofrecen sus esmerados camareros, casi todos de ascendencia portuguesa. No se sorprendan por esta colonia cada día más numerosa en Andorra porque su profesionalidad y servicialidad está fuera de toda duda. Nuestro hotel nos sorprendió por su modernidad y buena ubicación tanto para acudir a las pistas como para ir caminando a la calle de las compras. Atiram es una cadena joven y en crecimiento que dispone de establecimientos en España, Andorra e incluso Bahrein habiéndose convertido en un referente del sector por su capacidad de innovación y comodidad.
Otra pata fundamental de nuestro disfrute de Andorra fue equiparnos con el mejor equipo posible y hablar de eso en Andorra es hacerlo de Viladomat, la tienda donde encontrar cualquier cosa relacionada con el mundo del esquí es posible y siempre a unos precios más que competitivos. El Principado ofrece seis meses de nieve de máxima calidad a sus visitantes y disfrutar de ella está al alcance de la mano de cualquiera que quiera hacer una bonita travesía en coche. El aeropuerto pronto llegará, pero mientras tanto disfrutemos de un lugar que no está masificado por el turismo y que ofrece una nieve top.