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El sustituto perfecto para freír tus comidas ante la falta de aceite de girasol

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) ha informado de que varias compañías de distribución alimentaria han limitado la venta de aceite de girasol. El principal proveedor de semillas de girasol es Ucrania, y el temor de que la guerra con Rusia paralice su producción ha llevado a un incremento exponencial en la compra de aceite de girasol en los supermercados.

Los expertos advierten de que el principal problema al que nos enfrentamos no es la falta de aceite de girasol, sino la compra de grandes cantidades de este producto por parte de la población. En marzo de 2022 se vivió una situación muy similar, cuando el confinamiento por la pandemia del Covid-19 hizo que se vivieran momentos de pánico en los supermercado con la compra masiva de productos como el papel higiénico y la levadura.

El aumento de la demanda de aceite de girasol y la previsible escasez de la oferta ha hecho que los precios se disparen, así que muchas personas están tratando de buscar una alternativa más allá del aceite de oliva.

Aceite de orujo de oliva

¿Alguna vez has oído hablar del aceite de orujo de oliva? Es el segundo mejor aceite, sólo por detrás del aceite de oliva. Así lo explican desde Oriva, la asociación de industriales, productores y comercializadores de Aceite de Orujo de Oliva.

«Su calidad lo hace idóneo para utilizarlo en un mayor número de frituras que el resto de aceites sin alterar las propiedades de los alimentos», aseguran. Este tipo de aceite es excelente como alternativa al aceite de girasol.

Es excelente para las frituras, que quedan doradas, crujientes, ligeras y sabrosas. En lo que respecta a su valor nutricional, el aceite de orujo de oliva es una fuente rica en ácido oleico, que fortalece el sistema inmune, reduce la resistencia a la insulina y alivia la inflamación.

Otras alternativas

Más allá del aceite de oliva y el aceite de orujo de oliva, existen otras alternativas que, aunque son más desconocidas, pueden servir en caso de apuro.

El aceite de coco, aunque es sólido, se vuelve líquido en cuanto se echa al fuego. En países del norte de Europa se utiliza mucho la mantequilla para cocinar, así que también es una buena opción.

En Asia, el aceite de sésamo es muy apreciado por sus propiedades, aunque es mejor consumirlo en crudo. Además, aunque en España no tiene mucha popularidad, en Estados Unidos sí se usa mucho el de cacahuete.