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¿Son seguros los quesos azules? ¿Qué puede pasar si comemos queso con moho?

Los quesos azules como el gorgonzola tienen moho en su interior que se puede comer sin ningún tipo de problema para nuestra salud.

¿Comer queso mohoso como el famoso queso azul es bueno o malo para nuestra salud? ¿Cuál podría ser la consecuencia en nuestro cuerpo? Antes de responder a esta pregunta, es necesario tener en cuenta una premisa fundamental, ya que no todos aquellos quesos que tienen moho se deben evitar, si bien en algunos de ellos, es el moho el lo que les da sabor y valor. Entonces será cuestión de saber qué queso con moho es bueno y qué moho es mejor evitar.

¿Son seguros los quesos azules? ¿Qué puede pasar si comemos queso con moho?

Los quesos azules son muy populares y además siempre suele resaltarse que algunas de sus variedades como el roquefort o el gorgonzola están entre los mejores quesos o con un sabor más intenso e irresistible, pero no dejan de ser quesos que tienen moho y sabiendo que este no es nada recomendable para la salud ¿Cómo es que se pueden comer?.

Pues precisamente, porque los quesos azules como los mencionados, son considerados quesos de «buen moho», ya que este se encuentra en su interior. De hecho, para la elaboración del gorgonzola y del roquefort, la cuajada se trata con las esporas de moho Penucillium que le dan ese típico color azul.

Por otro lado están los quesos Brie y Camembert, que aunque quesos azules, son quesos cuyo moho se forma en la parte exterior, es decir, en la corteza como una fina pátina. Hablamos entonces de quesos con corteza florida y el moho externo es de color blanco y de consistencia blanda, un tipo de moho que dificilmente comeremos dado que al cortar el queso seguro que le quitamos la corteza y con ello, acabamos tirando la pátina de moho que tenga.

El moho «malo» en los quesos

¿Y que pasa con el moho que es considerado «malo» en los quesos?  Generalmente, este es el moho que se forma en los quesos frescos cuando se almacenan mal. Se puede reconocer además porque suele tener un color entre azul y verde claro. En estos casos, el queso ya no es comestible, por lo que es perjudicial para nuestra salud y es recomendable tirarlo. La única nota positiva en este caso es que la aparición de moho certifica la frescura real del producto adquirido y, sobre todo, es una prueba tangible de que el queso no ha sido tratado químicamente. Es el caso por ejemplo del queso fresco de requesón que, al tener un alto contenido en agua, se enmohecen rápidamente, por lo que el consejo es consumirlos lo más rápido posible.

Pero ¿Qué nos puede pasar si comemos queso con moho? La ingestión de moho puede ocasionar diversos problemas en el organismo , afectando diferentes áreas: en lo que respecta al tracto gastrointestinal , con también náuseas y vómitos. En la zona de los riñones puede haber un daño que se amplifica para quienes padecen cálculos renales y tienen el tracto urinario cansado por bacterias o cándida . No hace falta decir que aquellos que son alérgicos al moho pueden tener una reacción inmediata , pero esto también se aplica a aquellos que no son directamente alérgicos. En resumen, es muy recomendable evitar que estas microtoxinas entren en el organismo cuando se trata del que estamos llamando moho «malo».

Los beneficios de los quesos azules

Pero los quesos azules pueden comerse sin problema e incluso están llenos de beneficios,  ya que son quesos ricos en magnesio, calcio, potasio , que son minerales importantes para nuestro organismo. Ademas, contienen también vitamina B2 , vitamina B3 , vitamina B6 , vitamina B12 y vitamina A. Al ser ricos en fermentos lácticos , ayudan a nuestra flora bacteriana.

Pero también encontramos algunas contraindicaciones y es que la gran presencia de sal y grasas saturadas en este tipo de quesos no lo convierte en un alimento ideal para quienes padecen de colesterol alto o para quienes padecen trastornos cardiovasculares. En general, se recomienda no abusar de ellos y no superar los 30 gramos, la ración adecuada.