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El significado de 7500: estos son los códigos que jamás querrás escuchar dentro de un avión

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Los pilotos y el personal de vuelo utilizan una serie de señales y códigos numéricos que son fundamentales para la seguridad en diferentes situaciones a bordo de vuelos comerciales o privados. Estas comunicaciones específicas permiten mantener la eficiencia y minimizar la alarma entre los pasajeros durante contingencias. Además de las instrucciones de seguridad estándar proporcionadas por las azafatas, los pilotos emplean una jerga numérica especializada para comunicarse entre ellos y con el personal de tierra. Estos códigos numéricos son esenciales para alertar sobre posibles problemas o situaciones excepcionales que puedan surgir durante el vuelo.

Estas prácticas son parte integral del protocolo de seguridad aérea, diseñadas para garantizar una respuesta rápida y efectiva ante emergencias sin causar preocupación innecesaria entre los pasajeros. Las señales numéricas se utilizan en situaciones críticas para asegurar una respuesta rápida y coordinada del equipo de vuelo. Además de estos códigos numéricos, existen frases específicas que son fundamentales para la comunicación durante emergencias aéreas. Una de estas frases clave es «May-day», que se utiliza para alertar sobre peligros inminentes y situaciones de emergencia graves que requieren asistencia inmediata.

¿Cuál es el significado del código 7500?

Dentro del ámbito aeronáutico, existen códigos y señales que son esenciales para la comunicación entre pilotos y personal de vuelo, aunque permanecen en gran medida desconocidos para los pasajeros. Las azafatas y comisarios de abordo cumplen un papel crucial al instruir sobre el uso de medidas de seguridad básicas, como los cinturones y las salidas de emergencia, sin causar alarma innecesaria entre los viajeros.

En situaciones excepcionales que requieren una respuesta inmediata, los pilotos utilizan una serie de códigos numéricos específicos. Según informes del Daily Telegraph, los números 7500, 7600 y 7700 son particularmente relevantes. El código 7500 se emplea exclusivamente para alertar sobre un posible secuestro del avión, lo cual activa protocolos de seguridad internacionales y comunicaciones críticas entre las tripulaciones y las autoridades pertinentes.

Por otro lado, el código 7600 indica que la aeronave ha perdido contacto con la torre de control, lo que requiere la guía mediante señales visuales para mantener el rumbo. Finalmente, el código 7700 se utiliza en casos de emergencia grave, como problemas técnicos significativos o situaciones que amenazan la seguridad del vuelo, obligando al piloto a tomar medidas inmediatas para dirigirse al aeropuerto más cercano.

Otras ‘palabras secretas’

Entre los códigos más importantes se encuentra el «Código Bravo», que se activa en situaciones de seguridad crítica que requieren una respuesta rápida, como irregularidades en los controles de seguridad. En contraste, el «Código Adam», adoptado en homenaje a un caso trágico de desaparición infantil, se emplea para protocolos de seguridad en casos de niños que se han perdido en lugares públicos como aeropuertos.

El «Asiento de salto» es una curiosa designación para un asiento especial utilizado por las azafatas durante el despegue, el aterrizaje y las turbulencias, diseñado para su uso eficiente durante movimientos bruscos. Por otro lado, el «Blue juice» o «Crew juice» refiere al agua de los baños del avión.

Otro término curioso es el «Reloj de la entrepierna» o «Crotch watch», utilizado para referirse a la verificación del cinturón de seguridad durante los vuelos. Además, existen los vuelos conocidos como «Ojo rosa», que ocurren tarde en la noche pero antes de la madrugada, y los famosos «Deadheads», que son los asistentes de vuelo que viajan sin trabajar entre los pasajeros, cuando han finalizado su jornada y se dirigen hacia su próximo destino.

Los datos más curiosos sobre los aviones

La famosa «caja negra» de los aviones, utilizada para registrar datos en caso de accidente, en realidad no es negra, sino de color naranja fluorescente para facilitar su localización. Situada estratégicamente en la parte trasera del avión, es una de las medidas de seguridad estándar para investigar incidentes aéreos.

Contrario a la creencia común, el lugar más sucio dentro de un avión no es el baño, sino la herramienta utilizada para abrir el compartimento del asiento delantero. Cada vez que se gira la perilla para bajar la bandeja del asiento de enfrente, se está tocando el área más contaminada de la aeronave.

Un dato peculiar sobre las comidas a bordo es que el piloto y el copiloto no comen lo mismo; se trata de una medida preventiva en caso de intoxicación alimentaria. Además, la iluminación tenue durante el despegue y aterrizaje no solo crea un ambiente relajado, sino que también prepara a los ojos de los pasajeros para una posible evacuación nocturna, reduciendo el tiempo de adaptación a la oscuridad en caso de emergencia.

Uno de los aspectos más llamativos es el color de los asientos, mayoritariamente en tonos azules. Esta elección no es casualidad: el azul se asocia con la calma y la serenidad, creando así un ambiente propicio para el viaje. Contrastando con la idea de asientos rojos, que podrían generar sensaciones de angustia, los colores más suaves mantienen una atmósfera tranquila durante el vuelo.