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La reflexión de Pérez-Reverte por lo que está pasando en España que nos explota en la cara: «Cóctel molotov»

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La última reflexión de Arturo Pérez-Reverte en «The Wild Project» se ha convertido en uno de los temas más comentados y compartidos del momento. El escritor, conocido por su mirada crítica y mordaz sobre la sociedad actual, lanzó un aviso contundente sobre el rumbo de Occidente y el futuro de las nuevas generaciones: «Hemos engañado a los jóvenes», afirmó. Esta declaración ha provocado un enorme eco en redes sociales y ha reavivado un debate sobre la precariedad, la desigualdad y el desencanto de quienes nacieron en las últimas décadas del siglo XX y principios del XXI.

Durante su conversación con Jordi Wild, Pérez-Reverte defendió que no nos dirigimos hacia un tiempo convulso, sino que «ya estamos en él», refiriéndose a un cambio profundo y sostenido en la forma en que se estructuran la política, la economía y la vida social en Occidente. Para él, la decadencia es evidente y se refleja en fenómenos políticos que, hace apenas dos décadas, habrían sido impensables, así como en un clima social cada vez más crispado y polarizado. «Lo impensable hace veinte años hoy es normal», señaló.

La reflexión de Pérez-Reverte sobre la sociedad actual

@forocoliseum Arturo Pérez Reverte habla sobre España, su pasado y su actualidad. ¿Qué opináis de estas declaraciones? #arturoperezreverte #thewildproject #españa #hispanidad #reflexion ♬ sonido original – COLISEVM

Pérez-Reverte fue especialmente crítico con el panorama al que se enfrentan los jóvenes. Bajo su punto de vista, se les prometió un futuro que no existe: carreras universitarias que rara vez conducen a empleos estables, sueldos insuficientes para una vida digna, dificultades para independizarse y un horizonte vital mucho más «estrecho» que el de sus padres. «Los hemos defraudado.

«Les hicimos estudiar para algo que no les sirve», lamentó. Para ilustrar esta realidad, recordó el caso de un repartidor de Amazon que trabaja de madrugada mientras cursa una carrera universitaria que, en su opinión, difícilmente le permitirá escapar de la precariedad.

Esa frustración, afirmó Pérez-Reverte, no es una exageración, sino una consecuencia lógica de la descoordinación entre promesas y realidades. «¿Cómo no van a estar cabreados?», se preguntó retóricamente. Según él, la rabia de los jóvenes puede derivar en tres caminos posibles: la resignación, que muchos adoptan para sobrevivir en un sistema que parece ignorarlos; la esperanza, que Pérez-Reverte considera poco realista; o un tercer escenario mucho más explosivo, que describió con crudeza: «El cóctel molotov: reviento el sistema, quemo bancos, corporaciones, lo que me niega una casa o un futuro».

Además, el escritor analizó cómo los cambios culturales y sociales han transformado la manera en que las personas se relacionan y se perciben a sí mismas. La aceleración tecnológica, la presión por mostrar éxito en redes sociales y la mercantilización de casi todos los aspectos de la vida han generado un contexto de ansiedad constante.

«Lo grave es que saben que vas a hacer en el futuro, lo saben, incluso tus preferencias, lo que compras, a quién votas. Eso nos hace muy manipulables. Frente a ello, solo hay un mecanismo defensivo: sentido común y conocimiento. Hay tres posibilidades: ser dueño de tu vida digital, ser controlado por corporaciones y Estado, o un caos total en el que no sabes de dónde viene la amenaza. Entonces estaremos indefensos. La cultura y la lucidez son nuestra defensa».

Pérez-Reverte no dejó de lado la dimensión ética y cultural de la crisis que describe. Para él, vivimos en un tiempo donde los valores fundamentales (como la honestidad, la responsabilidad y el sentido de comunidad) están siendo reemplazados por la superficialidad, el individualismo y la lógica de consumo.

La vejez y la experiencia

«Hay un error habitual cuando se habla de la gente mayor, ¿no? Es que uno uno les pide que se adapten, se comporten según los patrones del mundo presente y eso es un error. Hay que pedirles que sean lo que fueron. Hay que pedirles que su experiencia, sus años, todos esos fracasos, errores, aciertos, amores, desamores, disparates, desastres, locura, lo que sea, eso es material informativo muy valioso. Entonces, a un viejo hay que pedirle no que se mantenga joven, sino que comparta lo que esa larga vida le ha dado como experiencia», comentó.

En última instancia, las palabras de Arturo Pérez-Reverte son una invitación a la reflexión colectiva: sobre cómo educamos a los jóvenes, sobre la manera en que distribuimos los recursos y sobre los riesgos de depender por completo de la tecnología y de un sistema que promete oportunidades a todos, pero que en la práctica deja a muchos atrás, lo que podría derivar en conflictos sociales si no se actúa con sensatez y urgencia.

«La cultura es un arma defensiva. Tienen tiempos duros, os van a manipular mucho, a veces dandoos cuenta y a veces sin daros cuenta. Cuanto más mecanismos de defensa haya, más se podrá sobrevivir. Pues eso, mi deseo es que sobreviváis», concluye.