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¿Se pueden conservar los yogures sin frío? Todas las claves

Los yogures son un básico de toda dieta que no podemos dejar escapar, nos aporta fermentos necesarios para la flora intestinal

Esto es lo que le pasa a tu cuerpo si dejas de tomar azúcar

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Los yogures son un básico de toda dieta que no podemos dejar escapar, nos aporta fermentos necesarios para la flora intestinal. Es importante hacerse con una marca o un tipo de yogur de referencia para toda la familia. Evitando el azúcar que es un ingrediente que debemos tener alejado de la cocina y de nuestra dieta. Para lograr que nuestro cuerpo funcione a las mil maravillas, nada mejor que hacerlo de la mano de un tipo de yogur que quizás no debamos conservar en la nevera, sino que fuera de ella tendrá una larga visa. Hay que diferenciar entre los distintos tipos de yogures.

Los yogures sin frío solo se pueden conservar si están esterilizados

Al igual que sucede con la leche no tiene por qué estar en la nevera, la ponemos en ella para que se mantenga a temperatura y dure más. Pero en realidad, podría estar fuera, de hecho, lo está cuando aún no la hemos abierto. Han hecho que la leche esté preparada para afrontar un largo periodo de duración si necesidad de nada más que de un lugar seco.

A los yogures les puede pasar igual. Pero con ciertos matices, los yogures suelen tener una cantidad de ‘seres vivos’ los responsables de su textura y también de sus propiedades y sabor. Por lo que, al haber fermentado, se conservan en frío para que nos aporten todas las propiedades posibles.

La diferencia es la esterilización que sufren algunos yogures que no tienen las mismas propiedades que estamos buscando. En ese caso, los yogures se enfrentan a un proceso que los sitúa a alta temperatura para conseguir que cualquier bacteria pueda afectar al alimento.

De esta manera dejamos a un lado este tipo de elemento que no es nada bueno para el cuerpo. Por eso, no se ponen en la nevera. Evitando un mal, dejamos atrás un beneficio. La mayoría de los yogures llevan estos fermentos que nos sirven para mantener estos elementos en perfectas condiciones.

Por lo que, existen estos dos tipos de yogures, los que han sido esterilizados o no. En ese caso se mantienen fuera de la nevera y tienen una vida útil de cuestión de minutos una vez abiertos. No podremos guardarlos a la nevera, perderán su textura y cualidades. Los yogures más duraderos son los que están en la nevera, además de los más beneficiosos para el cuerpo.