Los pueblos costeros más bonitos de Alicante para disfrutar del verano

Si te apetece pasar unos días de vacaciones en Alicante, seguro que te interesa conocer cuáles son los pueblos costeros más bonitos de la provincia. Es cierto que desde mediados del siglo XX el Levante ha sufrido una gran sobreexplotación urbanística, pero todavía quedan algunos pueblos que no han perdido ni un ápice de su esencia más tradicional.

Denia

Denia es uno de los pueblos más bonitos de la Costa Blanca. Un destino estupendo para disfrutar de unos días de relax y tranquilidad. Su principal emblema es el Castillo de Denia, construido sobre un acantilado en el siglo XI y declarado Monumento de Interés Cultural. En los meses de verano se organizan visitas guiadas teatralizadas.

El centro histórico te sorprenderá porque en sus calles se mezclan las antiguas casas de pescadores con los edificios modernos. Imprescindible pasear por el barrio Baix la Mar para conocer de primera mano la esencia más tradicional de Denia.

Y, por último, si te apetece disfrutar del sol y la playa, la localidad alicantina cuenta con un litoral de casi 15 kilómetros dividido en dos zonas. Por un lado, Las Marinas, con largas playas de arena. Y, por otro lado, Las Rotas, con calas rocosas.

Villajoyosa

Uno de los pueblos costeros más bonitos de Alicante es Villajoyosa. Las casas colgantes son el emblema de la localidad. Te recomendamos recorrer el paseo que discurre paralelo al Río Amadorio para observarlas. El principal templo religioso de Villajoyosa es la Iglesia-Fortaleza de Nuestra Señora de la Asunción. No te olvides de acercarte hasta el puerto para conocer el barrio de pescadores y degustar la gastronomía de la zona.

Una de las visitas más interesantes es el Museo del Chocolate, 100% recomendada para mayores y pequeños. Una oportunidad de oro para conocer de primera mano cómo es el proceso de creación del chocolate.

Tabarca

Si quieres descubrir un rincón realmente especial en la provincia de Alicante, te recomendamos visitar la isla de Tabarca. Con una población de apenas 60 habitantes, es la isla habitada más pequeña del Mediterráneo. Para llegar hasta ella salen todos los días barcos desde Santa Pola y Alicante y es una excursión de día 100% recomendada.

La parte histórica está declarada Conjunto Histórico-Artístico y es donde se encuentran todos los monumentos. También hay una parte desértica con una ruta de senderismo que llega hasta el faro, desde la que hay unas vistas espectaculares del mar Mediterráneo.