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El país que pidió la independencia de España y no tardó en arrepentirse: «El peor error de nuestra historia»

Toma nota del país que se arrepintió de pedir la independencia a España

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  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

No tardó en arrepentirse el país que pidió la independencia de España, uno de los grandes errores de la historia de este lugar del planeta. Sin duda alguna, estamos ante uno de los últimos bastiones de un imperio que parecía que no se terminase nunca. Aunque quizás no seamos conscientes de ello, España fue una de las grandes potencias mundiales hace unos siglos. Siendo un gran imperio en el que no se ponía el sol.

El descubrimiento de América, sumado a las tierras que poseía en África en Asia, convirtieron al rey de España en el máximo soberano de un imperio en el que nunca se ponía el sol. Ha sido uno de los más grandes, que, sin duda alguna, se ha convertido en una auténtica novedad en muchos sentidos. De la mano de determinados elementos que han acabado siendo los que marcarán estas jornadas que hasta el momento quizás no sabíamos que podríamos tener por delante. Por lo que, habrá llegado el momento de aprovechar al máximo algunos cambios de tendencia que serán claves en estos días y que pueden acabar convirtiéndose en un plus de buenas sensaciones.

El peor error de nuestra historia

La historia avanza, a toda velocidad, sin saber bien qué es lo que nos depara, la afrontamos por todo lo alto. De tal forma que necesitamos en todo momento, conocer este camino que hasta la fecha no sabíamos que podríamos tener por delante y que puede ser esencial.

Tocará ver en este momento, qué es lo que puede pasar en unas jornadas en las que todo es posible. Con la mirada puesta a una serie de cambios que pueden convertirse en una dura realidad. Ver la historia desde la perspectiva actual nos invita a reflexionar sobre lo que tenemos por delante y la manera en la que podremos afrontarlo de una forma excepcional.

Habrá llegado ese momento en el que tendremos que aprovechar al máximo algunos detalles que se convertirán en esenciales y que pueden acabar de darnos más de una sorpresa inesperada. Es hora de buscar algunas novedades que hasta el momento no sabíamos que podríamos tener.

Este país se ha convertido en uno de los que en su día perteneció al imperio español y hoy en día parece que se arrepiente de ello. Con una situación que puede acabar siendo la que marque estos días.

Pidió la independencia de España y no tardó en arrepentirse

Filipinas es el país que no dudó en pedir la independencia de España, seducido por formar parte de nada más y nada menos que de un Estados Unidos que se estaba empezando a crear. La realidad es que se dejaron el título de súbditos y ciudadanos con el imperio español.

Para Estados Unidos siempre fueron un nuevo mercado, los convirtieron en consumidores y productores de sus productos, sin tener los mismos derechos que tenían los habitantes de la metrópoli.

Tal y como nos explican desde el blog de Herodoto&Cia: «Para España, la pérdida de Cuba, Filipinas, Puerto Rico y otros territorios de ultramar en 1898 supuso un punto de inflexión en su historia, en su proyección internacional y en su concepto como tal, ya que el maltrecho Imperio español desaparecía de forma oficial, aunque lo había hecho oficiosamente desde la emancipación de las colonias americanas durante los primeros compases del siglo XIX. El Desastre del 98, que es como la historiografía ha denominado a este proceso, es, posiblemente, el hecho histórico que mejor explica la deriva de España desde entonces hasta nuestros días, y el mismo no es más que la consecuencia de un reinado apático y corrupto como lo fue el de Carlos IV (1788-1808). Desde la independencia de Estados Unidos (1784), los imperios europeos, sobre todo al respecto de sus colonias de ultramar, vieron seriamente amenazada su hegemónica posición, dado que la Guerra de la Independencia de Estados Unidos (1775-1783) no solo sentó un importante precedente, sino que se convirtió en una cuestión internacional, en la cual pujaron la mayor parte de potencias europeas del siglo XVIII. El, por entonces, Imperio español se sumó a la causa estadounidense y participó, de forma activa, junto a Francia, en la expulsión de los británicos de la costa este de América del Norte. Este hecho, que marcó el nacimiento de Estados Unidos, de una de las mayores potencias económicas y militares de nuestra historia reciente, se volvería en contra de los españoles, ya que los propios británicos les devolverían la moneda apoyando logísticamente a los independentistas hispanoamericanos, llamados patriotas, con incluso mayor efectividad que en el caso de la independencia de Estados Unidos, suponiendo esto la efectiva expulsión de los españoles de la mayor parte de América en 1833. A pesar de los vanos intentos de recuperar posesiones y peso político en la zona, el maltrecho Imperio español perdió un enorme peso internacional, motivado por la desidia de sus ciudadanos y el convulso, así como absurdo, panorama político durante todo el siglo XIX, plagado de militares y políticos corruptos, junto a ineficaces monarcas, dinamitando no solo el patrimonio territorial, sino también el cultural, en cuyas últimas colonias casi todo rastro de herencia española fue eficientemente eliminado por parte de los nuevos colonizadores».