Curiosidades
Ciudades

La nueva ciudad de moda a menos de 3 horas de España: mucho sol y comida barata mediterránea

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando se acercan los meses de primavera y verano, comienza la búsqueda del próximo destino vacacional. La mayoría busca lugares con sol, buena comida, algo de cultura y, sobre todo, precios razonables. En este contexto, hay una ciudad de moda que empieza a sonar cada vez más entre los amantes de los viajes: Bari, una joya del sur de Italia que, poco a poco, se gana su lugar entre los destinos imprescindibles de Europa.

Lejos del bullicio de ciudades más conocidas como Roma o Venecia, Bari ofrece un equilibrio ideal entre lo tradicional y lo moderno. Su clima, su costa bañada por el Adriático y su gastronomía repleta de sabores del mar y la tierra, hacen de este rincón de la región de Apulia una elección ideal para quienes desean disfrutar una experiencia auténtica sin renunciar a la comodidad. Y lo mejor: sin necesidad de gastar una fortuna. Con precios accesibles y un ambiente acogedor, Bari promete vacaciones inolvidables a todo tipo de viajeros.

La ciudad de moda en Europa

Situada en el extremo sureste de Italia, Bari se ubica justo en el «tacón de la bota», en la soleada región de Apulia. Esta ciudad portuaria ha pasado de ser un destino algo olvidado a convertirse en un sitio que cada vez más personas recomiendan y visitan. Su autenticidad y encanto natural son sus mejores cartas de presentación.

Con alrededor de 300 días de sol al año, Bari es ideal para quienes quieren escapar del clima gris del norte de Europa o simplemente disfrutar del buen tiempo durante cualquier época del año. A diferencia de otras zonas del Mediterráneo, donde el calor en verano puede ser agobiante,ofrece temperaturas más moderadas, especialmente en primavera y otoño.

Encanto histórico y paisajes que enamoran

Uno de los grandes atractivos de Bari es su mezcla de historia, arquitectura y naturaleza. El casco antiguo, conocido como «Bari Vecchia», es un laberinto de callejuelas estrechas, donde las fachadas de piedra y las macetas colgantes crean una atmósfera mágica. Aquí se encuentran joyas como la Basílica de San Nicolás, lugar de peregrinación y símbolo de la ciudad, y la Catedral de San Sabino, un ejemplo perfecto de arquitectura románica apuliana.

Además, los alrededores de Bari están salpicados de maravillas. El Castel del Monte, una fortaleza del siglo XIII con forma octogonal, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se encuentra a sólo una hora en coche. También están las ruinas de Egnazia, vestigios de una antigua ciudad romana.

Un paraíso para los amantes de la buena mesa

No se puede hablar de Bari sin mencionar su cocina. La gastronomía local es una fusión de tradición campesina y productos del mar, donde la frescura es la norma. Comer bien y barato es una de las mayores ventajas de visitar esta ciudad. En trattorias familiares y pequeños restaurantes se pueden encontrar menús completos por apenas 10 euros, que incluyen platos como orecchiette (la pasta típica de la región), mejillones a la marinara o cordero al horno con hierbas.

Los mercados locales, como el Mercado de Santa Scolastica o el de Via Manzoni, son el lugar ideal para probar productos frescos y sentir el pulso de la ciudad. Desde quesos artesanales hasta embutidos, pasando por frutas de temporada y panes recién horneados, la experiencia culinaria en Bari es sencilla, sabrosa y económica.

Además de su comida, la ciudad de moda se destaca por su vino. La región de Apulia es una de las principales productoras de vino de Italia, aunque muchas veces pasa desapercibida frente a regiones más conocidas como Toscana o Piamonte. Sin embargo, vinos como el Primitivo o el Negroamaro, con su sabor intenso y cuerpo robusto, han empezado a ganar reconocimiento internacional.

Playas, calas y el azul del Adriático

Bari también seduce por su costa. Aunque la ciudad tiene algunas playas urbanas, como Pane e Pomodoro o Torre Quetta, los verdaderos tesoros se encuentran un poco más al sur, en localidades como Polignano a Mare o Monopoli. Estas joyas costeras, con acantilados impresionantes y aguas de un azul cristalino, están a menos de una hora en tren y ofrecen escenarios perfectos para nadar, tomar el sol o simplemente relajarse.

En definitiva, Bari se está consolidando como una de las ciudades más interesantes y accesibles de Europa. Ofrece todo lo que un viajero puede desear: historia, playas, buena comida, vino, hospitalidad y precios razonables. No es de extrañar que cada vez más personas elijan este destino para sus vacaciones o escapadas.

Ya sea para un viaje de fin de semana, una luna de miel diferente o unas vacaciones familiares, esta ciudad de moda tiene algo que ofrecer a todo tipo de viajeros. Su autenticidad, lejos del turismo masivo, la convierte en un lugar que conquista no sólo por lo que se ve, sino también por lo que se siente al estar allí.