Ni vinagre ni limón: el sencillo truco que recomiendan los profesionales para limpiar el acero inoxidable

El acero inoxidable es de esos materiales que parecen fáciles de limpiar, pero en la práctica puede ser un desafío. Basta con pasar un paño húmedo para notar que las manchas y huellas siguen ahí, arruinando su brillo. La suciedad no se elimina por completo y, al final, parece que nunca lo has limpiado.

Para evitar esto, no hace falta recurrir al vinagre ni exprimir limones. Hay un truco mucho más sencillo y eficaz que, además, es el preferido de los profesionales. No implica mezclas extrañas ni productos costosos, sólo un pequeño ajuste en la forma de limpiar.

El truco definitivo para limpiar el acero inoxidable

El acero inoxidable, al igual que la madera o ciertos tejidos, tiene una especie de veta. Se trata de un conjunto de líneas casi imperceptibles que recorren su superficie. La clave para limpiarlo de manera eficaz es seguir la dirección de esa veta en lugar de frotar en círculos o de forma aleatoria.

¿Por qué funciona? Al limpiar en la dirección del grano del acero, los residuos de grasa, agua y suciedad no se quedan atrapados en las ranuras microscópicas del material.

Esto no sólo mejora el resultado, sino que también ayuda a mantener el brillo por más tiempo y evita que se acumulen restos que podrían deteriorarlo con el tiempo.

Para aplicar este método, necesitas los siguientes elementos:

• Un paño de microfibra o algodón sin pelusas.
• Agua tibia o jabón suave para platos.
• Un segundo paño seco para pulir la superficie.

Paso a paso:

• Humedece un paño en agua tibia o en una mezcla de agua y jabón suave.
• Limpia la superficie en la dirección del grano del acero. Esto evitará que la suciedad se incruste.
• Sécalo inmediatamente con otro paño seco, también siguiendo la veta.
• Así se previenen las marcas de agua y se mejora el brillo.

En la mayoría de los casos, este método será suficiente para mantener el acero impecable. Si la suciedad es más persistente, puedes añadir una gota de detergente suave al agua y repetir el proceso.

¿Cómo darle un brillo extra al acero inoxidable?

Si quieres que el acero inoxidable luzca como nuevo, puedes aplicar un toque final con aceite mineral o de bebé. Este truco es muy utilizado por los expertos porque, además de dar brillo, crea una capa protectora que repele huellas y suciedad.

¿Cómo hacerlo?

• Aplica unas gotas de aceite en un paño limpio y seco.
• Pásalo sobre la superficie en la dirección de la veta.
• Pule con otro paño seco hasta que el acabado sea uniforme.

Este simple paso hará que el acero inoxidable luzca impecable y se mantenga limpio por más tiempo.

Errores que debes evitar

Hay ciertos productos y métodos que pueden dañar el acero inoxidable, incluso si parecen efectivos a corto plazo. Para evitar rayones, pérdida de brillo o corrosión, evita lo siguiente:

• Esponjas abrasivas o estropajos metálicos: Pueden rayar la superficie y hacer que el acero pierda su acabado pulido.
• Productos con cloro o lejía: Estos químicos pueden deteriorar la capa protectora del material y provocar manchas o corrosión.
• Ácidos fuertes o limpiadores en polvo: Aunque eliminan manchas difíciles, pueden dañar el acero si se usan con frecuencia.
• Frotar en círculos o en varias direcciones: Esto deja marcas visibles y hace que la suciedad se acumule en las ranuras del material.