Curiosidades
Trucos

Ni quitagrasas ni agua caliente: la sencilla mezcla para quitar la grasa incrustada más difícil de las sartenes

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La grasa incrustada en las sartenes es uno de los problemas más frustrantes a los que nos enfrentamos a diario en la cocina. Por más que frotemos o apliquemos un producto quitagrasas, a menudo nos encontramos con restos que parecen imposibles de eliminar. Y lo peor: al frotar demasiado podemos dañar el recubrimiento antiadherente. Sin embargo, existe una solución sorprendentemente sencilla para quitar la grasa incrustada más difícil de las sartenes.

Para ponerlo en práctica, sólo necesitas dos productos que seguro tienes en casa: bicarbonato de sodio y vinagre. Al mezclarlos, producen una reacción efervescente capaz de «aflojar» la suciedad más difícil sin necesidad de frotar. El bicarbonato de sodio, gracias a su textura granulada, actúa como abrasivo suave, arrastrando la grasa sin rayar las sartenes. Por su parte, el vinagre ayuda a descomponer compuestos grasos y restos quemados, además de aportar brillo al metal.

El mejor truco para quitar la grasa incrustada en las sartenes

Cuando cocinamos, los aceites y las grasas se calientan a altas temperaturas y sufren un proceso de oxidación y polimerización. El resultado es una película pegajosa que, con el tiempo, se va endureciendo y oscureciendo. El calor constante provoca que esas partículas se adhieran a la superficie de la sartén, lo que puede generar olores desagradables o incluso alterar el sabor de las comidas.

La combinación de bicarbonato de sodio y vinagre blanco es un clásico de la limpieza. Los pasos a seguir son muy simples:

  1. Retira restos grandes de comida con una espátula de silicona o madera (el metal raya la sartén).
  2. Espolvorea bicarbonato de sodio sobre las zonas con grasa incrustada.
  3. Vierte lentamente vinagre blanco hasta cubrir el bicarbonato. Verás que comienza a burbujear.
  4. Deja la mezcla reposar de 10 a 20 minutos. Para grasas muy incrustadas, puedes calentar ligeramente la sartén con la mezcla dentro (sin llegar a hervir) para potenciar el efecto.
  5. Con una esponja suave, frota los restos. Notarás que la grasa se desprende con facilidad.
  6. Aclara con abundante agua caliente y seca inmediatamente para evitar manchas de cal o corrosión.
  7. Si queda algún resto, repite el proceso.

Para sartenes de hierro o acero inoxidable, añadir un puñado de sal al bicarbonato potencia el efecto abrasivo. También existe la posibilidad de sustituir el vinagre por zumo de limón, que tiene propiedades desinfectantes y aporta un aroma fresco. En caso de que haya manchas muy localizadas, se puede mezclar bicarbonato con unas gotas de agua para obtener una pasta.

Aunque la mezcla de bicarbonato y vinagre es la más popular, existen otras técnicas igual de útiles:

Errores frecuentes

Muchas veces no somos conscientes de que pequeños gestos rutinarios, que parecen inofensivos, terminan dañando irremediablemente las sartenes. Veamos algunos de los errores más comunes:

La mejor manera de forma de mantener una sartén limpia es prevenir que la grasa se incruste desde el principio.  Cocinar siempre a fuego medio es clave, ya que las altas temperaturas provocan que los aceites se carbonicen y se adhieran con más fuerza a la superficie. Otro hábito fundamental es lavar la sartén justo después de usarla, antes de que los restos se enfríen y endurezcan. Con estos hábitos, se alarga la vida útil de la sartén y disfrutar de una cocina más saludable.