Ni ‘jajaja’ ni ‘jejeje’: la RAE confirma cómo tenemos que escribir cuando nos reímos
En español, las onomatopeyas y las interjecciones no representan el sonido exacto que describen
Es la palabra que más dudas ortográficas genera y la RAE responde
Ni impreso ni frito: la RAE desmonta lo que llevas años creyendo
La Real Academia Española (RAE) establece que en español la onomatopeya de la risa se representa convencionalmente con la interjección «ja», escrita con «j» en lugar de «h». Esto se debe a que la letra «h» no representa ningún sonido en español, aunque sí se utiliza en otros idiomas como el inglés y el francés. En redes sociales, chats y otros formatos informales, es común ver la risa escrita como «jajaja» en una sola palabra, pero la RAE recomienda, para una escritura más adecuada, separar cada «ja» con comas: «ja, ja, ja». Esta separación evita que la palabra requiera tilde, ya que si se escribe como «jajaja» sería una palabra llana y llevaría acento ortográfico en el caso de necesitar énfasis.
El lenguaje también permite variar esta onomatopeya usando «je», «ji», «jo» y «ju», que pueden expresar diferentes tonos de risa. Así, «ji, ji, ji» puede denotar un matiz irónico o travieso, mientras que «jo, jo, jo» podría sugerir una risa profunda y sarcástica. Además, si se usa la risa en modo sustantivo, como en la expresión «los jajajá», se puede escribir con tilde y hasta en plural, con el significado de carcajadas o risas intensas. Estas recomendaciones reflejan el valor del contexto en el lenguaje, permitiendo captar diferentes matices en algo tan simple como una risa escrita.
¿Cómo escribir la risa según la RAE?
En español, las onomatopeyas y las interjecciones no representan el sonido exacto que describen, sino que se basan en convenciones lingüísticas que varían según el idioma. La representación de la risa es un buen ejemplo de esto. En español, se ha establecido la interjección «ja» escrita con «j», en contraste con idiomas como el inglés o el francés, donde se usa «ha». Esta diferencia responde a que la letra «h» en español no tiene sonido propio (excepto en palabras extranjeras), mientras que la «j» sí representa un sonido claro y particular en nuestro idioma.
La interjección «ja» se suele repetir para simular una risa completa, y el número de veces que se repite ayuda a expresar matices emocionales. Por lo general, la risa se reproduce como «ja, ja, ja» para reflejar una risa alegre y abierta. Sin embargo, reducir la cantidad de repeticiones a sólo «ja, ja» tiende a cambiar el tono a uno de burla o incredulidad, transmitiendo una actitud sarcástica, como en «Ja, ja. No te lo crees ni tú».
Además de «ja», en español también se utilizan otras formas como «je», «ji», «jo» y «ju», que añaden diferentes matices. Estos matices pueden cambiar la intención de la risa: «je, je, je» puede expresar ironía o complicidad; «ji, ji, ji» podría sonar a risa traviesa; y «jo, jo, jo» es una risa más profunda y a veces malvada o sarcástica. Estas variaciones, junto con el contexto en el que se emplean, aportan riqueza y ayudan a precisar el tipo de risa o emoción que se quiere transmitir.
La escritura de la risa en redes sociales suele seguir un patrón más simple: «jajaja». Sin embargo, en textos más formales se recomienda separar cada «ja» por comas («ja, ja, ja») para reflejar mejor la acentuación prosódica de cada sílaba, ya que cada una de estas exclamaciones es tónica y posee su propio acento. En este caso, el «ja, ja, ja» separado evita confusiones y es más preciso que la palabra «jajaja», la cual, al no separar las sílabas, se convierte en una palabra llana que podría sonar como (jajája) en español.
En algunos casos, «jajaja» se puede usar como sustantivo. En este caso, se le añade tilde al final («jajajá») porque se convierte en una palabra aguda terminada en vocal. Así, podemos decir «su jajajá resonó en todo el teatro» para describir una carcajada sonora y prolongada. Este sustantivo puede incluso utilizarse en plural («jajajás») cuando se refiere a múltiples risas o carcajadas, como en: «Soltó unos fuertes jajajás que animaron la conversación».
Este uso de las interjecciones y onomatopeyas en español demuestra cómo el contexto y las convenciones de cada idioma logran expresar emociones de formas únicas. La flexibilidad de los términos como «ja», «je», o «jo», y las variaciones en su escritura, enriquecen el idioma y permiten comunicar con precisión diferentes tonos, desde una risa alegre hasta la burla o el sarcasmo, adaptándose tanto a contextos formales como informales.
Onomatopeyas
Las onomatopeyas son palabras que imitan los sonidos del mundo físico, de animales o de personas. Ejemplos incluyen bang, crac, guau, paf, plas, y achís. Estas palabras reflejan, de manera aproximada, sonidos naturales o de acción, y pueden ser repetidas o alargadas (como beee, riiiing, o ja, ja, ja). Aunque se asemejan a interjecciones por su forma monosilábica, se diferencian en que no expresan emociones o actos de habla específicos, sino que simplemente imitan sonidos. Además, se pueden sustantivar, como en el tictac o el miau, y generar verbos como piar o maullar.
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