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El misterio de la ‘demoniaca’ mesa de Nulles en España: movimientos paranormales, contestaba a preguntas y capaz de subir escaleras

¿Qué pasaría si una mesa pudiera moverse por sí sola, responder a preguntas y revelar el futuro? Esto es lo que supuestamente ocurrió en el pueblo de Nulles, en la provincia de Tarragona, a principios de los años 70. Una vieja mesa de nogal se convirtió en el centro de atención de miles de curiosos que acudieron a ver el fenómeno paranormal que se había desatado. Este es a continuación, el misterio de la ‘demoniaca’ mesa de Nulles.

El misterio de la ‘demoniaca’ mesa de Nulles

Todo empezó cuando tres hermanos, María del Carmen, Rosa María y Juan Saumells, asistieron a una sesión de espiritismo en la localidad vecina de Porrera, donde había otra mesa con poderes sobrenaturales. Los niños quedaron impresionados por lo que vieron y decidieron probarlo con una mesa que había en el desván de su casa. Para su sorpresa, la mesa empezó a moverse cuando pusieron las manos sobre ella y a comunicarse mediante golpes en el suelo.

La noticia se extendió rápidamente por el pueblo y pronto llegaron visitantes de todas partes para ver la mesa de Nulles. La mesa no solo se movía, sino que también bailaba, caminaba a dos patas e incluso subía y bajaba escaleras. Además, respondía a las preguntas que le hacían sobre el pasado, el presente y el futuro, usando un código de golpes. Por ejemplo, un golpe significaba sí, dos golpes no, tres golpes tal vez y cuatro golpes no sabe.

Convertida en una atracción turística

La mesa se convirtió en una atracción turística y una fuente de ingresos para el pueblo. Se cobraba 50 pesetas por verla y se destinaba el dinero a un fondo común para construir un complejo polideportivo. La mesa fue trasladada del desván a la casa del alcalde y luego al bar del pueblo, donde se hacían demostraciones públicas. La mesa llegó a ser tan famosa que incluso salió en la televisión y en los periódicos.

Pero el fenómeno no duró mucho tiempo. Al cabo de unos meses, la mesa dejó de moverse y de responder. Nadie sabe con certeza qué pasó o por qué se acabó el misterio. Algunos dicen que fue porque los niños crecieron y perdieron su sensibilidad especial. Otros dicen que fue porque la iglesia intervino y exorcizó la mesa. Y otros dicen que fue porque la mesa se cansó o se enfadó con tanta gente.

Lo cierto es que la mesa de Nulles quedó en el olvido y hoy en día nadie sabe dónde está ni qué fue de ella aunque se dice que permanece en una buhardilla del pueblo. Quizás algún día vuelva a despertar y a revelar sus secretos. O quizás solo fue un episodio más de la historia de los fenómenos paranormales que han fascinado y asustado al ser humano desde tiempos inmemoriales.