Las mejores frases de Arthur Rimbaud
Arthur Rimbaud nació en Charleville y fue un poeta francés. Entre sus reflexiones cabe destacar que criticó a la burguesía de su época.
Adiós a viajar a Reino Unido: el giro en las normas que lo cambia todo para los españoles
Sabes que una persona ha tenido una infancia difícil si luego desarrolla estos 5 comportamientos de adulto
Arthur Rimbaud nació en Charleville y fue un poeta francés. Entre sus reflexiones cabe destacar que criticó a la burguesía de su época.
Sus frases nos dan muchas pistas sobre su pensamiento, tanto del amor, la belleza, como de muchos otros factores en la vida. Lo conocemos mejor a través de las mejores frases de Arthur Rimbaud.
Los senderos son ásperos. Los montículos se cubren de retamas. El aire está inmóvil.
Iré, cuando la tarde cante, azul, en verano, herido por el trigo, a pisar la pradera; soñador, sentiré su frescor en mis plantas y dejaré que el viento me bañe la cabeza.
Soy el santo, orando en la terraza, como las bestias pacíficas que pacen hasta el mar de Palestina.
El Poeta se hace vidente por medio de un largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos.
Tenemos fe en el veneno. Sabemos dar nuestra vida entera, todos los días. He aquí el tiempo de los asesinos.
¡Qué lejos los pájaros y las fuentes! Tiene que ser el fin del mundo, si avanzamos.
Soy un inventor de muy distinto mérito que todos los que me han precedido; incluso un músico, que ha encontrado algo así como la clave del amor.
El mundo tiene sed de amor: tú la apaciguarás, ¡oh esplendor de la carne! ¡Oh esplendor ideal! ¡Oh renuevo de amor, triunfal aurora en la que doblegando a sus pies los dioses y los héroes, la blanca Calpigia y el pequeño Eros cubiertos con nieve de las rosas las mujeres y las flores su bellos pies cerrados!
En seguida descubro la botina, la media, y.. los cuerpos, consumidos por hermosas fiebres. Ellas me encuentran gracioso y hablan entre sí, muy quedo…Y mis deseos brutales se cuelgan de sus labios.
Golpeó una puerta, y, en la plaza de la aldea, el niño hizo girar sus brazos, comprendido por las veletas y los gallos de los campanarios de todas partes, bajo el deslumbrante chubasco.
Vi que todos los seres tienen una fatalidad de dicha: la acción no es la vida, sino una forma de malgastar una fuerza, un enervamiento.
El cuervo es la cimera de estas cabezas rotas; cuelga un jirón de carne de su flaca barbilla.
Temas:
- Escritores
Lo último en Curiosidades
-
Adiós a viajar a Reino Unido: el giro en las normas que lo cambia todo para los españoles
-
Mi abuela les echaba este ingrediente a las hojas de su poto y desde que lo hago parece otro
-
Una familia quiso subsistir sólo con paneles solares, agua del pozo y su huerto: esto les pasó a sus hijos
-
Chef Dani García: «Para que las gambas a la plancha queden perfectas, el truco no está en el aceite»
-
Ni en una caja ni en una bolsa de plástico: ésta es la mejor forma de mantener frescas las patatas en tu cocina
Últimas noticias
-
‘La Agencia’: ¿por qué no se emite hoy el capítulo final de la serie en Telecinco?
-
Alemania acogerá la Eurocopa Femenina en 2029
-
OKDIARIO caza al ex jefe de Carreteras que amañó 264 millones de vacaciones en la lujosa Sotogrande
-
Un herido de bala en un tiroteo frente a una escuela infantil en Puente de Vallecas (Madrid)
-
¿Cómo obligar a Rusia a acceder a firmar la paz con Ucrania?