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Las frases más importantes de Adam Smith, el padre del Liberalismo

Adam Smith fue un economista y filósofo escocés. Considerado uno de los principales exponentes de la filosofía de la economía y de la economía clásica, ha pasado a la historia por su obra ‘La riqueza de las naciones’, publicada en la segunda mitad del siglo XVIII. A continuación hemos seleccionado algunas de las mejores frases de Adam Smith.

Frases de Adam Smith

  1. Si abordas una situación como asunto de vida o muerte, morirás muchas veces.
  2. Sentir mucho por los demás y poco por nosotros mismos, para contener nuestro egoísmo y ejercitar nuestros afectos benévolos, constituye la perfección de la naturaleza humana.
  3. Tan pronto como la tierra se ha convertido en una propiedad privada, el terrateniente exige una parte de casi todos los productos que el trabajador pueda producir o recoger en ella.
  4. Ninguna sociedad puede ser feliz y próspera si la mayor parte de sus ciudadanos son pobres y miserables.
  5. Muchas personas pasan por nuestra vida, pero sólo muy pocas llegan a ocupar un gran lugar en nuestro corazón.
  6. No somos más que uno de la multitud, en ningún aspecto mejor que cualquier otro en ella.
  7. Todo hombre sobrevalora en cierta medida sus posibilidades de éxito y la mayoría subvalora sus posibilidades de fracaso.
  8. La verdadera tragedia de los pobres es la pobreza de sus aspiraciones.
  9. El resentimiento parece que nos ha sido dado por la naturaleza como defensa y solo como defensa. Es la salvaguardia de la justicia y la seguridad de la inocencia.
  10. No hay en la vida nada más inesperado ni sorprendente que la aparición y el desvanecimiento del placer.
  11. La diferencia entre dos personas totalmente distintas, como por ejemplo un filósofo y un vulgar mozo de cuerda, parece surgir no tanto de la naturaleza como del hábito, la costumbre y la educación.
  12. Cada individuo se esfuerza siempre para encontrar la inversión más provechosa para el capital que tenga.
  13. Si hoy nos encontramos con él en un lugar, será en vano buscarlo mañana allí mismo. No es posible tender lazos para apresarlo.
  14. Es una grandísima impertinencia y presunción de reyes y ministros el pretender vigilar la economía privada de los ciudadanos y restringir sus gastos.
  15. ¿Qué mayor felicidad hay que la de ser amado y saber que lo merecemos? ¿Qué mayor desgracia que la de ser odiado y saber que lo merecemos?
  16. Al perseguir su propio interés, frecuentemente fomenta el de la sociedad mucho más que si en realidad tratase de fomentarlo.
  17. La ciencia es el gran antídoto contra el veneno del entusiasmo y la superstición.
  18. Ninguna sociedad puede ser feliz y próspera si la mayor parte de sus ciudadanos son pobres y miserables.