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Extremadura

El idioma secreto de Extremadura que está a punto de desaparecer: estás son las personas que lo hablan

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En Extremadura, sobrevive un idioma ancestral que resiste al paso del tiempo. Se trata un idioma único, hablado por una pequeña comunidad en un valle apartado de la provincia de Cáceres, en los municipios de San Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno. Conocido como A Fala, también llamado xalimego en algunas localidades, es una variante del galaico-portugués que ha perdurado durante siglos gracias a la transmisión de generaciones que han preservado su rica tradición cultural.

Sin embargo, a pesar de su origen tan antiguo y su reconocimiento como Bien de Interés Cultural desde 2001, A Fala enfrenta un futuro incierto. Actualmente, se calcula que sólo unas 5.000 o 6.000 personas hablan este idioma, y la mayoría son personas mayores. Las nuevas generaciones, influenciadas por la globalización y el uso predominante del castellano, han dejado de hablar A Fala en su vida diaria, lo que ha causado una pérdida progresiva de hablantes. Esta situación plantea un grave riesgo para la preservación de este idioma y pone en peligro la continuidad de una parte valiosa del patrimonio cultural de la región.

A Fala: un idioma en peligro de extinción en Extremadura

El origen de A Fala se remonta a tiempos medievales, cuando los habitantes de estas montañas y valles se aislaron del resto del mundo, lo que permitió que el idioma evolucionara de manera independiente, alejándose de las influencias externas.

El valle de Jálama, situado en la provincia de Cáceres, se convirtió en un refugio lingüístico, donde el idioma gallego-portugués experimentó una evolución particular, adquiriendo características propias que lo diferencian de otras lenguas de la región. De hecho, A Fala no sólo está vinculado con el gallego, sino que tiene elementos en común con el portugués, lo que hace que su estudio sea interesante para los lingüistas que investigan las lenguas romances.

A pesar de su riqueza lingüística, siempre ha sido una lengua minoritaria. Durante siglos, se ha hablado exclusivamente por los habitantes de San Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno, lo que ha contribuido a su preservación en un entorno aislado. Las generaciones de estas localidades han transmitido la lengua oralmente, asegurando que A Fala continuara siendo el vehículo de comunicación en los hogares y comunidades. Esta transmisión de padres a hijos ha permitido que la lengua sobreviva a lo largo de los siglos.

Hoy en día, el principal desafío que enfrenta este idioma de Extremadura es la falta de transmisión intergeneracional. Aunque los hablantes mayores de la lengua aún la utilizan con fluidez, la globalización, el acceso a Internet y la influencia de los medios de comunicación, todos ellos en castellano, han acelerado el proceso de desuso entre los jóvenes.

A pesar de la difícil situación que enfrenta A Fala, la comunidad de San Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno sigue luchando por su preservación. Existen diversas iniciativas para mantener viva la lengua, como festivales y celebraciones locales que promueven su uso y visibilidad. En algunos de estos eventos, como las fiestas populares y las representaciones teatrales, los habitantes de estas localidades muestran su orgullo por su lengua y cultura.

A Fala no es sólo una lengua; es un reflejo de la historia, la identidad y las tradiciones de la región. Hablar A Fala es, para muchos de sus hablantes, una forma de mantener vivas sus raíces y de transmitir una forma única de ver el mundo. El futuro de este idioma sigue siendo incierto. Sin embargo, los esfuerzos por su preservación continúan. Si bien la situación es preocupante, todavía hay esperanza de que, con el apoyo adecuado, A Fala pueda sobrevivir.

Lenguas perdidas en España

En España, a lo largo de su historia, han existido diversos idiomas que han desaparecido o están en grave peligro de extinción.

Uno de los  más conocidos es el antiguo aragonés, hablado en las zonas montañosas del norte de Aragón. Durante la Edad Media, este idioma tuvo una presencia significativa, pero con el tiempo fue reemplazado por el castellano a partir de los siglos XVI y XVII.

Otro caso es el asturiano, que aunque todavía se habla en algunas zonas de esta región, se encuentra en peligro de extinción debido a la falta de intergeneracionalidad y el predominio del castellano. A pesar de ser reconocido, su uso en la vida cotidiana ha disminuido considerablemente.

Por su parte, el extremeño, una lengua de origen portugués que se habla en algunas partes de Extremadura, también está en peligro. Aunque ha sido objeto de estudios lingüísticos, su uso se ha visto limitado a un pequeño número de hablantes, sobre todo en el ámbito familiar.

Finalmente, el andalusí, que se hablaba en el sur de la península antes de la Reconquista, también ha desaparecido casi por completo. Fue reemplazado por el árabe y posteriormente por el castellano, pero dejó una profunda huella en el vocabulario y las costumbres de la región.